SIRIA.- En su escalada de terror en Raqqa, el Estado Islámico convirtió la “Plaza del Paraíso” en una macabra “Rotonda del Infierno” donde exhiben durante días las cabezas decapitadas de sus víctimas, en rejas y picas de metal, y los cadáveres de los crucificados.
La glorieta de la plaza de Raqqa, su principal bastión en Siria, es el escenario de las terribles ejecuciones para que, de acuerdo a sus fanáticos líderes, se convierta en una «ciudad modelo» donde se asesina de la manera más cruel a los enemigos, desertores y a quienes consideran “infieles”.
Entre las penas «menores» figuran los azotes con latigazos a los acusados de adulterio, lo que muchas veces termina en lapidación, apedreándoseles hasta la muerte.
Desde enero de 2014, Raqqa se ha convertido en la «capital» de facto del ISIS (Estado Islámico por sus siglas en inglés) en Siria, donde el grupo extremista sunnita ha conquistado extensas zonas de territorio para agrandar su pretendido «califato» desde Siria hasta Irak. (ECHA – Agencias)