IRAK.- Los bombardeos a las redes y tanques petroleros en Irak y Siria agudizaron la crisis económica en el Estado Islámico que, después de ufanarse de manejar miles de millones de dólares, se vio obligado a reducir el sueldo de sus combatientes.
De esta manera los yihadistas terroristas pasaron a cobrar la mitad de su sueldo y no se descarta que la crisis financiera se agudice aún más en las próximas semanas por la caída de ciudades consideradas como bastiones terroristas.
Los masivos ataques aéreos ejecutados por la coalición internacional y la liberación de la ciudad iraquí de Ramadi no sólo fueron un duro golpe estratégico sino también económico para el Estado Islámico. En ese contexto, el grupo terrorista decidió recortar a la mitad los salarios de sus combatientes.
La medida fue confirmada este lunes en un comunicado por Bayt al Mal, el Ministerio de Hacienda del Estado Islámico, que mantenía esta información en estricta reserva desde diciembre pasado.
En el texto el grupo yihadista justifica la decisión por «las circunstancias excepcionales», sin especificar a qué motivo puntual se debe. Sin embargo, todo indica que el fuerte recorte llegó tras la dura ofensiva de la coalición internacional en Irak y Siria.
En el documento también se hace hincapié en que la distribución del zakat, un impuesto religioso obligatorio para los musulmanes pobres, no será obstaculizada, consigna The Jerusalem Post.
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Para justificar la decisión, Bayt al Mal se basa en una explicación del Corán que enseña que el concepto de yihad a través de la riqueza, la cual está destinada a fines benéficos como la caridad, es considerado más importante que la yihad del alma, lo que significa esforzarse para purificar el alma y aumentar su fe.
Sin embargo, la situación económica actual del Estado Islámico es aún peor, ya que el texto fue elaborado en diciembre. El pasado 13 de enero, la coalición internacional perpetró un duro golpe al bombardear la sede central de Bayt al Mal en Mosul, Irak, provocando una pérdida millonaria al grupo yihadista.
Para hacer frente a este déficit económico, el gobernador yihadista en Mosul permite a sus combatientes imponer impuestos a los ciudadanos de esa ciudad para aumentar sus ingresos. (ECHA- Agencias)