En la sorpresa más grande de la Eurocopa de Francia 2016, Islandia le ganó por 2-1 a Inglaterra en los octavos de final y la eliminó del certamen. El once islandés dio vuelta al resultado adverso de 1-0 con gol de Wayne Rooney.
En su primera participación en el torneo, los islandeses, que ya se habían convertido en la revelación por su buen desempeño en la fase de grupos, lograron una histórica clasificación a los cuartos de final.
Parecía que el partido se iba rápido para los ingleses, luego de que Wayne Rooney abriera el marcador de manera prematura, a los cuatro minutos de juego. Sin embargo, los islandeses iban a provecharse de algunos desajustes defensivos de los británicos para revertir el marcador.
A los 6 minutos, tras un lateral desde la banda derecha, los islandeses peinaron la pelota en el ingreso al área y, por el medio, arremetió Ragnar Sigurosson para empujar la pelota al gol y decretar el empate.
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Ya la igualdad era sorpresiva, por lo que, cuando Islandia se puso en ventaja, se desató la euforia de sus jugadores. Kolbeinn Sigþórsson recibió un pase en la medialuna a los 18 minutos, se acomodó, enganchó y sacó un remate esquinado que el arquero Joe Hart rozó con la punta de los dedos, aunque no pudo evitar la caída de su valla.
La posesión de la pelota era abrumadora a favor de Inglaterra, que tuvo una de sus mejores chances para empatar el juego a los 28 minutos, con una volea de Harry Kane que el arquero Halldorsson mandó al córner con una enorme atajada.
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Aunque el dominio de los ingleses fue total durante el resto del encuentro, en cuanto a tenencia del balón, ubicación en el campo de juego y acercamientos al área, Islandia apeló a su amor propio para defender y hasta pudo ampliar la cuenta con una estupenda chilena de Sigthorsson, que tapó un bien ubicado Hart.
Los islandeses resistieron hasta el último segundo y, finalmente, lograron un triunfo histórico ante una de las máximas potencias del fútbol mundial. En cuartos de final, se verán las caras con el local, Francia.
Inglaterra sumó una honda decepción y es una incógnita el futuro de Roy Hodgson al frente del equipo