Henry Viáfara, exintegrante de la selección colombiana, posesionado en el fútbol de alta competencia, fue finalista de la Copa Libertadores ante Argentinos Juniors en la plenitud de su carrera. Hoy la realidad es distinta, vive en la indigencia de las sobras que el destino le ofrece para una existencia miserable.
En el esplendor de su carrera supo estar en la élite del fútbol sudamericano, pero la drogadicción lo llevó a perderlo todo: «Estoy respirando de puro milagro», reflexiona en sus momentos de lucidez.
Henry Viáfara, exjugador colombiano que supo jugar una final de la Copa Libertadores con América de Cali y vistió la camiseta de su selección cafetera ahora es indigente.
Viáfara tiene actualmente 69 años y vive por las calles entre Villarrica y Puerto Tejada, «en son de rebusque», como le contó a El País en una entrevista de 2014. «Mi vida, desde que dejé el fútbol (1987), ha sido difícil. De mí también se olvidaron. Estoy respirando de puro milagro, porque el aire es gratis.
Jugó por Villarrica, la Selección de Cauca, Pereira, América de Cali y la Selección de Colombia», pero en el pico más alto compartió camarín con Julio Falcioni, Ricardo Gareca, entrenador de la selección peruana, y Willington Ortiz.
En 1985 llegaron a disputar la final de Copa Libertadores, pero la perdieron con el histórico Argentinos Juniors de José Yudica. Por otro lado, Viáfara tuvo un pasaje por la Selección de Colombia, donde llegó a disputar la Copa América de 1983 y los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú.
Pero hoy en día está lejos de las luces de aquel título. Es por eso que en redes sociales, se inició una campaña para ayudar al exdefensor colombiano.
Así explicó Henry Viáfara por qué terminó en la indigencia
«Hubo muchas decepciones y después, con la mala suerte, caí en la drogadicción. Ese fue el punto final. Caí en todo eso porque es que yo traía un ritmo de vida agitado como futbolista; estaba en una cosa, en la otra, concentraciones, viajes, hoteles, entrenamientos, partidos. Pero después, cuando me retiré del fútbol, llegó un momento en que me sobraba demasiado tiempo, no tenía nada que hacer y ya me iba para una finca, para otro lado, con los amigos, la rumba… De una persona que era juiciosa a llegar a ser un vago después, cualquiera se enloquece. Cuando me di cuenta de todo, ya estaba en lo profundo del vicio, no había nada que hacer. Estuve en una Fundación contra la drogadicción y ahí me colaboraron mucho, pero sigo atravesando una difícil situación en lo económico», explicó hace varios años al diario El País.
Fuente: TC Sports/Foto: Archivo