Confesión dolorosa. Los fanáticos de Britney Spears saben que el matrimonio de la cantante con el padre de sus hijos, Kevin Federline, causó una crisis sicológica en la artista.
Se recuerda que la relación entre Britney Spears y Kevin Federline fue bastante dañina, debido a que ella dejó su vida en segundo plano para consentir los caprichos de su esposo. Federline no goza de una buena reputación y él lo sabe. Tal vez por eso ahora se atrevió a admitir que sí sacó provecho del dinero y poder de Spears.
«Tener de pronto a 50 paparazzi frente a mí, me abrió los ojos. Nuestras vidas iban a 150 kilómetros por hora. Aproveché de mejorar mi estilo de vida lo máximo que pude. Podía ir a clubes nocturnos y tener una mesa de 15 mil dólares con bar abierto. No tenía que preocuparme por cómo iba a pagar la cuota de mi auto, y eso me alivió el alma. Pero de pronto todo se puso loco», señaló Kevin Federline a la revista Us Weekly.
«Que Britney se me propusiera en un avión sólo tres meses después de conocernos, y que nos casáramos dos meses después, demuestra que estábamos viviendo el momento. De verdad yo pensé que íbamos a pasar toda la vida juntos», rememoró Federline, quien además aseguró que ahora podría seguir sacando provecho si quisiera.
«Pasaron algunas cosas que drásticamente derrumbaron todo, pero nunca hablaré de eso. De todos modos, lo pasamos bien, así es que cuando me pidió el divorcio, me encontró con la guardia baja. Hay un millón de cosas que podría decir de ella que sacarían titulares y causarían un montón de drama ¿Pero para qué? La verdad es que la amaba hasta la muerte».
Britney Spears y Kevin Federline se casaron en el año 2004, cuando ella tenía 22 años. Un año después nació su primogénito, Sean Preston, y en 2006 llegó el segundo hijo, Jayden James. Se separó del bailarín ese mismo año.
Después del divorcio, inició a consumir sustancias nocivas, perdió la custodia de sus hijos y dejó de lado su carrera. Afortunadamente, consiguió rehabilitarse gracias a la intervención de sus padres, pues éstos lograron que la justicia los nombrara sus tutores legales.