El exmilitar Pedro Rejas admitió haber participado en un plan ideado por el encarcelado Vladimiro Montesinos, el ex «hombre fuerte» del gobierno de Alberto Fujimori, para conseguir, mediante sobornos, que la candidata Keiko Fujimori sea reconocida como ganadora de los comicios en Perú.
«Vladimiro Montesinos me buscó durante la campaña presidencial por mi cercanía con los Fujimori. Comenzó a llamarme desde la Base Naval del Callao por tres teléfonos celulares diferentes y en la última etapa por el teléfono fijo», declaró Rejas en entrevista con el diario La República.
«Su interés primordial era apoyar la candidatura de Keiko Fujimori», indicó el excomando militar que participó en la operación de rescate de los rehenes del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) en 1997.
No obstante, Rejas aclaró que «se suponía que yo tenía que comunicar a los Fujimori el pedido de dinero, pero en lugar de eso preferí contarlo todo porque no quería ir preso por corrupción».
Durante la reciente campaña, Rejas conoció que Montesinos dirigía, desde la prisión, a un grupo de personas que apoyaba la candidatura de Fujimori con mensajes difundidos por redes sociales y teléfono con el apoyo de un experto en inteligencia.
UN MILLÓN PARA CADA MAGISTRADO
Sin embargo, tras los resultados de la segunda vuelta presidencial del 6 de junio, que le dieron una virtual victoria al candidato izquierdista Pedro Castillo, Montesinos buscó a Rejas para sobornar con un millón de dólares a tres magistrados del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el máximo órgano electoral que tiene a su cargo la proclamación de los resultados.
La intención era que los magistrados accedan a las demandas de los abogados de Fujimori para anular miles de votos y así poder superar a Castillo en el cómputo final, según explicó al diario.
Uno de los magistrados del JNE renunció al cargo cuando el jurado se encontraba en plena deliberación de las actas denunciadas por Fujimori porque consideró que el tribunal no iba a admitir ninguno de sus reclamos, lo que se ha producido hasta el momento.
Rejas le preguntó a Montesinos «¿y de dónde van a salir los 3 millones de dólares?», a lo que el exasesor le respondió que «la chica (Keiko Fujimori) sabe que tiene un montón de gente apoyándola. Entonces, que le pidan a (el empresario banquero) Dionisio Romero. O, por último, a (el empresario y excandidato presidencial) Rafael López Aliaga, por intermedio de (Norma) Yarrow».
Dionisio Romero reconoció haber aportado más de tres millones de dólares a la campaña de Fujimori de 2011, mientras que López Aliaga es uno de los políticos derechistas que apoya en forma vehemente a la hija del exmandatario y que tendrá una bancada en el nuevo Congreso a partir del 28 de julio.
PLAN AL DESCUBIERTO
«Entonces, cuando Montesinos habló del dinero para los miembros del JNE, presentí que estaba frente a un caso de corrupción, en medio de algo turbio, entonces decidí grabar todas las llamadas de Montesinos», declaró Rejas a La República.
El exmilitar filtró a la prensa los diálogos con el exasesor de Fujimori, que incluso forzaron a la Marina de Guerra a admitir que Montesinos incumplió con las normas dictadas por esta institución para hacer uso del teléfono que tiene la Base Naval donde está recluido.
Mientras la intervención de Montesinos en el proceso electoral ha enturbiado más el ya tenso ambiente en torno a la candidata Fujimori, desde la orilla de Perú Libre, el partido que invitó a Castillo, tampoco está libre de controversias.
DETIENEN A MILITANTES
La dirigente de Perú Libre en la región Junín, Marina Vásquez, fue detenida el martes por la Policía Nacional por su presunta participación en la organización criminal Los Dinámicos del Centro, dedicada a tramitar ilícitamente licencias de conducir.
Desde su cargo de jefa de Recursos Humanos en la Dirección Regional de Transportes de Junín, Vásquez podía otorgar puestos de trabajo para personas afines a la organización, según informó el diario El Comercio que tuvo acceso a conversaciones grabadas de la detenida.
Según las denuncias, Vásquez autorizó la contratación de militantes y simpatizantes de Perú Libre, y el despido de los trabajadores que no tenían vínculo partidario, previa coordinación con los dirigentes Arturo Cárdenas, exasesor del fundador del partido Vladimir Cerrón, y Eduardo Bendezú.
El propio Cerrón es investigado actualmente por lavado de activos a raíz de su paso como presidente del gobierno regional de Junín, un cargo por el que ya había sido condenado por el delito de negociación incompatible, pero la sentencia fue anulada en junio en un controvertido fallo.
EFE