SAN MILLÁN DE LA COGOLLA/España.– Los expertos que participan en el Seminario Internacional de Lenguaje y Periodismo exigieron hoy en los medios de comunicación una forma de expresión «clara», aunque hacerlo se encuentra con la dificultad de la desaparición de editores o correctores en las redacciones.
Esta es una de las conclusiones de la segunda y última jornada del XII Seminario Internacional de Lenguaje y Periodismo «Lenguaje claro, reto de la sociedad del siglo XXI», organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA.
Lingüistas, responsables de comunicación de empresas y periodistas han abordado en dos ponencias cuáles son las características del lenguaje claro y si este se utiliza en los medios de comunicación.
Ambas cuestiones están relacionadas -han concluido- con los nuevos formatos de comunicación a través de internet, las posibilidades de interactuar con los receptores y la exigencia de rapidez y concreción que se plantea en ellos.
El periodista especializado en lenguaje administrativo Javier Badía (foto) aseguró que la claridad en los medios es «una pelea de hace muchos años y parece que algo se ha avanzado», porque «los profesionales han interiorizado que la primera condición del lenguaje periodístico debe ser la claridad».
Pero, lamentó que «la falta de correctores, que te decían si algo se entendía o no», y «la casi desaparición de los editores» han generado «bastante confusión en algunos casos».
«Un buen texto, para ser correcto, requiere ser repasado y ahora, muchas veces, llega al público sin ningún filtro», alertó y llamó la atención sobre el «especial cuidado» que deben tener los comunicadores «al trasladar de forma literal lo que dice un político o un comunicado de empresa» por «la intencionalidad de las fuentes», que puede «deparar una manipulación».
«Escribir claro no es trasladar la literalidad, sino explicar al destinatario lo que realmente está pasando y traducir al lector los elementos del lenguaje especializado para explicar lo sustancial», concluyó.
El periodista de El País Jordi Pérez Colomé abogó por «simplificar en forma y en contenido» las noticias, ya que, «aunque el lenguaje claro puede llevar a que se queden cosas sin contar, el lenguaje complejo hace que se pierda todo».
Escribir de forma más clara tiene «más dificultad, porque hay que abstraerse para explicar las cosas y hacer un esfuerzo en la estructura», pero «hay que lograr noticias que se lean sin dificultad, de seguido: cuando alguien tiene que releer, lo hemos perdido», agregó.
El profesor de periodismo William Lyon, quien trabajó como editor en medios de diferentes países, aseguró que «la falta de editores es el eslabón perdido de la prensa española, a diferencia de la anglosajona».
«Los medios deberían tener editores severos, que obliguen al periodista a releer y a estructurar su información para que sea clara, porque, a pesar de lo que dicen ahora los medios digitales, no pasaba nada por tardar cinco minutos más en publicar algo», subrayó Lyon.
Antes de esta ponencia final, se celebró otra en la que se profundizó en la definición del lenguaje claro, que pasa por «ser llano, moderno y simplificado», indicó la catedrática de Lengua Española de la Universidad de Barcelona, Estrella Montelío.
EFE