El delantero peruano Jefferson Farfán se entrena en solitario en la Villa Deportiva Nacional (Videna) de Lima a la espera de ofertas para continuar su carrera después de no haber renovado su contrato con el Lokomotiv de Moscú.
Farfán, de 35 años, llegó el fin de semana a Perú procedente de Rusia con su pareja sentimental y un grupo de amigos gracias a las gestiones realizadas por la Federación Peruana de Fútbol (FPF) con el Gobierno para que les permitiesen ingresar al país, que desde marzo mantiene todas sus fronteras cerradas.
Para llegar a Lima desde Moscú, el peruano hizo escala en Ámsterdam y Guayaquil (Ecuador), desde donde cruzó por carretera la frontera con Perú hasta llegar a Tumbes (Perú) para tomar otro avión que lo llevó finalmente a la capital peruana.
El atacante inició sus entrenamientos individuales el martes tras pasar unos exámenes médicos, después de ser uno de los futbolistas de la liga rusa que se contagiaron con covid-19 el pasado mayo.
Protegido con la mascarilla de la selección peruana, Farfán se ejercitará toda esta semana bajo la supervisión de los preparadores físicos del combinado nacional, Néstor Bonillo y Adrián Vaccarini.
El peruano busca continuar su trayectoria profesional en algún club en vistas a seguir en las convocatorias de la selección, que en octubre deberá iniciar su andadura en las eliminatorias de clasificación para el Mundial de Catar 2022. El objetivo de ‘la Foquita’ es jugar de nuevo una Copa del Mundo antes de retirarse.
Al igual que Farfán, el centrocampista Christian Cueva también lleva varias semanas ejercitándose por su cuenta en las instalaciones de la FPF en Lima después de que la emergencia de la covid-19 frustrase su paso por el Pachuca mexicano, donde apenas jugó.
Ahora Cueva está a la espera de concretar en los próximos días su viaje a Turquía para incorporarse al Yeni Malatyaspor, con el que ha llegado a un acuerdo tras valorar distintas propuestas, entre ellas una del Gimnasia y Esgrima La Plata que dirige el técnico Diego Armando Maradona.
EFE/Foto FPF