Macondo, el mundo imaginario del nobel colombiano Gabriel García Márquez, abrió al público las puertas de su pabellón de invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, en donde cada visitante podrá dejarse seducir por el pueblo de «Cien años de soledad».
Con una imponente pared blanca cubierta por un mapa de Macondo, el pabellón da la bienvenida a quienes buscan sumergirse en el realismo mágico de Gabo, que para esta exposición tuvo como curadores a la escritora colombiana Piedad Bonnet; el director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello, y el académico Ariel Castillo Mier, experto en la obra del nobel.
«Antes de García Márquez nuestro mundo era tan reciente que las cosas carecían de nombre y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo. Ahora, gracias a la empresa laboriosa del Adán de Aracataca, disponemos de un universo poblado por la palabra que interpreta su historia…», señala un texto de los curadores que hace un juego de palabras con el comienzo de «Cien años de Soledad».
En el mapa imaginario se puede ver Macondo rodeado en sus costados por la ciénaga y la sierra que José Arcadio Buendía atravesó para fundar el pueblo, mientras que el norte lo baña el mar Caribe y en el sur están los pantanos.
A su alrededor aparecen otros lugares míticos de la literatura universal, como la de Comala de la obra Juan Rulfo; el condado de Yoknapatawpha, de William Faulkner; La Mancha de El Quijote, el Lejano Oriente y «La ciudad de los 32 campanarios», entre otros.
Igualmente aparecen en el mapa el «lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos», de la novela; la casa de los Buendía, así como las mariposas amarillas que rodeaban a Mauricio Babilonia, la tumba del gitano Melquíades y sus invenciones, como el imán y el catalejo.
También están señalados los pescaditos de oro que fabricaba en su taller el coronel Aureliano Buendía, el galeón español, el tren amarillo que llegaba a Macondo y «que no traía ni se llevaba a nadie», el acordeón de la música vallenata, los gallos de pelea, escenas de las batallas de la Guerra de los Mil Días y de la masacre de las bananeras, entre muchos otros iconos de la novela.
Con un pasillo rodeado de pantallas que emiten vídeos de la selva, el cielo y los manglares de la región Caribe que inspiró al escritor, el pabellón conduce a seis estaciones ambientadas con extractos de textos, fotografías y audios que reflejan la vida de Gabriel García Márquez y su obra cumbre, que vio la luz en 1967.
En el primer panel, denominado «Imaginario de Macondo», los visitantes podrán por medio de fotos expresar lo que para ellos representa Macondo, mientras que en el segundo escenario, «Espejismo» una plantación de plátano adorna el centro de la exposición.
El centro del pabellón es «La gallera», pues aunque los gallos de pelea estaban prohibidos en Macondo, fue tras una riña de estos animales que se produjo el trágico episodio en el que José Arcadio Buendía asesina a Prudencio Aguilar, cuyo fantasma luego lo atormenta, lo que lleva al protagonista a irse del pueblo y fundar la mítica aldea.
El pabellón honorífico también rescata la faceta de periodista y cineasta que Gabriel García Márquez desarrolló en diferentes partes del mundo con la exposición «Gabriel el viajero».
«El colombiano más universal de todos los tiempos(…) el mundo nunca olvidará el periplo inmortal de Gabriel, el viajero, padre de Macondo«, señala un escrito sobre este módulo de la exposición.
Fotografías de Gabo durante su infancia en su natal Aracataca y en Barranquilla, así como imágenes donde el nobel aparece junto al cantautor de música vallenata Rafael Escalona y el expresidente cubano Fidel Castro se exponen en esta sección.
La muestra incluye fragmentos de su paso como reportero por los diarios El Espectador, El Universal, la revista caraqueña Momento, la agencia cubana de noticias Prensa Latina y una edición especial de «Cien años de soledad» publicada en 2007 con motivo del IV Congreso de la Lengua Española.
Antes de ingresar en la librería Macondo, al lado de la Cocina de Úrsula, ocho conos colgantes de la obra «Radiofónica» reproducen grabaciones de audio macondianas, entre ellas discursos de líderes políticos como el expresidente Alberto Lleras Camargo y el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, para que el visitante recuerde que la ficción de Macondo no es otra cosa que la realidad colombiana.