Alrededor de 40.000 personas disfrutan desde el pasado 15 de agosto hasta hoy la edición 40 del Festival del Viento y las Cometas en el municipio colombiano de Villa de Leyva en el departamento central de Bocayá.
El representante nacional de la especialidad en festivales internacionales, Leonel Suárez, comentó que el evento es un gran referente regional y una oportunidad para que los «cometeros» (participantes) se preparen para otros festivales en el mundo.
Explicó que algunas de las categorías del concurso este año son cometa artesanal, vuelo nocturno, vuelo vertical, cometa comercial, género infantil, tamaños gigantes, vuelo acrobático y elevación en equipo, entre otras.
El cometero indicó que la prueba «reina» es la que cierra el concurso, cuyo cometa debe tener una dimensión mínima de 5 metros con estructura o inflable.
Dijo que concursantes de otras ciudades colombianas como Bogotá, Medellín, Manizales y Yopal han destacado en festivales mundiales como el de Weifang en China, Berg en Alemania, Fréjus en Francia y otros de América como el de República Dominicana.
«Simplemente es espectacular elevarla, lo único realmente importante es tener los pies en la tierra, cualquier cosa le puede suceder, bien sea que se rompa la estructura o la línea», expresó.
Sostuvo que al practicar este pasatiempo pasa como en el amor, porque «en cualquier momento se puede ir, bien sea por un problema o porque se murió».
Hay otros lugares del país sudamericano que también aprovechan la fuerza de los vientos en esta época para elevar sus artefactos, como en el caso de Cali y Cartagena que hacen sus propios festivales este mes.
A estos objetos se les conoce en otros lugares del Latinoamérica como papalotes, voladores, papagayos, volantines, petacas, chichiguas o barriletes.
Otro asiduo participante del evento, Oscar Muñoz, afirmó que delegaciones de todo el país agrupadas en 21 categorías deleitan a los visitantes durante tres días con sus objetos de diferentes tamaños, colores y formas.
Agosto es conocido en el país sudamericano como el «mes de las cometas», actividad muy practicada entre los niños.
Detalló que se dedican a esta actividad recreativa en distintos meses del año, no únicamente en agosto, pero les gusta acudir al festival porque además de que es «agradable», les permite aprender de todos los practicantes.
Muñoz recordó que el Festival de Cometas se originó gracias a la iniciativa de una familia de Villa de Leyva que aprovechó las condiciones climáticas de la zona.
Fue la primera en presentar un espectáculo nunca visto en Colombia, que tomó mucha fuerza hasta convertirse en el evento recreativo más conocido del pueblo, considerado el segundo destino turístico de Colombia después de la Costa Atlántica.
«Villa de Leyva es una zona desértica, porque aquí antes estaba el fondo del mar. Tiene unas condiciones climáticas muy especiales, ya que a pesar de que está muy cerca una montaña, siempre hay viento y en agosto se intensifica», explicó el cometero.
Recordó que también se trata de un pueblo colonial muy visitado en esta época del año por personas de otros lugares, sobre todo para conocer su arquitectura, su oferta gastronómica, viñedos y parques temáticos relacionados con la arqueología.
«La invitación es a que vengan todos, así tengan una cometa muy básica o una profesional, porque son muchas las opciones para volarlas en familia aquí en Villa de Leyva«, dijo Muñoz.
Por su parte, otro de los emblemáticos participantes, José Manuel Paredes, quien ha estado presente en el festival por 15 años, comentó que lo mejor del encuentro es la camaradería de los concursantes.
Sostuvo que más que querer ganar un premio, los voladores de cometas buscan divertirse y compartir su pasión con otras personas del país y del mundo.
«El secreto de volar cometa es que a las personas les guste y les interese, que tenga ciertas destrezas para fabricarlas, aunque puede que no las fabriquen pero que le guste volarlas», dijo Paredes.
Narró con pasión que una vez que estos ligeros objetos están suspendidos en el viento «es lo máximo, es una excitación que uno no puede describir», aunque no todas las personas la sienten.
«Es increíble y también armarla, ponerle el palo, ponerle la cola, lograr que vuele. Esas carreras no las cambia uno por nada, es increíble, es delicioso», expresó.
Alrededor del Festival del Viento y las Cometas se realizan también otras actividades culturales como conciertos, exposiciones y concursos infantiles.
Estos últimos buscan motivar a las nuevas generaciones a conservar la tradición del pueblo de Villa de Leyva que recibe a miles de visitantes nacionales y extranjeros atraídos por el espectáculo de los cometas.
La versión 40 del festival incluye presentaciones de la Corporación de Ballet Oscar Nieto, el grupo de danza «Salsa Latinas», conciertos de la orquesta de salsa «La 33» y el recital del cantante del género local vallenato, Diomedez Dionisio Díaz.
Todos estos artistas han amenizado con su música el encuentro de estos artefactos de origen chino, que han acompañado al ser humano por siglos en su historia.
El encuentro concluye este lunes, día en que los cometeros ceden el espacio de la emblemática Plaza Central de Villa de Leyva para que los asistentes eleven sus propíos artefactos libremente.