SANTIAGO DE CUBA.- El Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba, recordó hoy al fallecido líder revolucionario Fidel Castro, en su misa dominical donde fieles católicos rezaron y pidieron por su descanso eterno.
«Claro que hemos recordado a Fidel. Vinimos a pedir por él para que se quede en nuestros corazones porque él fue, es y seguirá siendo nuestro comandante», comentó al salir de la misa Marixa Vázquez, sin poder contener el llanto al recordar al líder de la Revolución cubana.
Las cenizas del héroe de la Sierra Maestra fueron depositadas este domingo en un sencillo monumento en el Cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba.
Mirta Martínez, una santiaguera de 74 años, decidió acudir a la misa en el Santuario del Cobre, a unos 20 kilómetros de la capital oriental, porque el día anterior casi no pudo ver la caravana con las cenizas de Fidel llegando a Santiago.
«Pasó tan rápido allí donde estábamos que no pude gritarle porque me sentía muy emocionada. Pero vine aquí a la iglesia y le pedí a Cristo que lo lleve a la gloria a donde él tenga su descanso porque ha luchado tanto en vida, hasta la hora de su muerte, hasta su último momento. Lo que le pido es que vaya a la gloria, comandante», declaró.
Para Luis del Castillo, obispo emérito de Uruguay y quien ofició hoy la misa en el Cobre, hoy es sin duda «un día significativo para toda la nación».
Bautizado y educado en colegios católicos de la orden de los Jesuitas, el líder de la Revolución cubana, que también contrajo matrimonio por la iglesia con su primera esposa, Mirtha Díaz-Balart, ocupa un lugar en el Santuario de la Virgen de la Caridad.
Allí se conservan unas pequeñas imágenes de Fidel y de sus hermanos Raúl y Ramón que Lina Ruz, la madre de los Castro, mandó hacer cuando estuvieron presos al inicio de su lucha revolucionaria y guardar en ese recinto religioso, como era tradición, para pedir por su libertad.
«Así que Fidel ha estado en el Santuario desde entonces», comentó Del Castillo.
Preguntado cómo será la Cuba sin Fidel, este obispo jubilado que colabora en el Santuario del Cobre cree que «eso depende de hasta dónde cada uno de los cubanos asume la responsabilidad de seguir construyendo una Cuba cada vez más justa, más pacífica, más fraterna y con reconciliación entre todos los cubanos».
«El desafío es que todos los que salieron a las calles para ver pasar las cenizas del líder caigan en la cuenta de que ya no está, que todos los liderazgos humanos tienen el plazo que tiene todo ser humano y que nuestra vida aquí en la tierra es apenas un prólogo. Entonces es importante que cada uno nos demos cuenta de la tarea que queda por hacer», añadió este religioso.
También en La Habana, en el templo dedicado a Santa Bárbara, se rezó por Fidel Castro en el día de su entierro.
La inhumación del líder revolucionario en un 4 de diciembre coincidió con la onomástica de esa figura del santoral católico, que es muy venerada en Cuba y además tiene su equivalente en la religión afrocubana, donde es la poderosa deidad Changó, asociada a la virilidad.
Las plegarias que este domingo se escucharon en los santuarios de la Caridad del Cobre y de Santa Bárbara ponen la única nota religiosa a una semana de honras fúnebres que se han mantenido laicas, centradas exclusivamente en la figura de Fidel Castro y su legado revolucionario.
Hasta que en 1991 devino en laica, la Revolución cubana proclamó su carácter ateo y aunque no existía una prohibición expresa de la libertad de culto, la práctica de la religión estuvo perseguida durante décadas.
Sin embargo, las visitas de los papas Juan Pablo II (1998), Benedicto XVI (2012) y Francisco (2015) han propiciado algunos importantes hitos como indultos masivos de presos o la recuperación de la festividad de la Navidad en 1997.
EFE/Soledad Álvarez