El portal de la FIFA destaca el encuentro Argentina-Perú por la fecha 17 de la clasificación sudamericana al Mundial Rusia 2018. A continuación reproducimos el artículo publicado en su web por la institución que gobierna las federaciones de fútbol en todo el planeta:
Si la historia está digitada de antemano como algunos creen, no hay dudas de que al que decide le va la marcha. Al menos eso deben sospechar en Argentina y Perú. Y nadie debería culparlos: increíblemente, argentinos y peruanos jugarán por cuarta vez un partido de alta tensión en el que prácticamente estará en juego ir o no a una Copa Mundial de la FIFA.
El primero de todos, jugado en el estadio de Boca Juniors en 1969, fue el puntapié inicial de la mejor generación peruana de la historia y el culpable del único fracaso argentino en una eliminatoria sudamericana. Los demás tuvieron como escenario el estadio de River Plate y la particularidad de que dos estrellas mundiales se jugaban estar en un Mundial: Diego Maradona en México 1986 y Lionel Messi –con Maradona en el banco-, en Sudáfrica 2010.
El 5 de octubre, Messi jugará por primera vez en su carrera un partido oficial en La Bombonera. ¿Podrá Perú amargar a Argentina como hace 38 años? ¿O sonreirá el crack mundial como en el ‘85 y el ’09?
Los antecedentes
31-08-1969: Argentina 2-2 Perú (PER a México'70, ARG eliminada)
30-06-1985: Argentina 2-2 Perú (ARG a México'86, PERÚ a un cuadrangular
de repechaje. Perdió con Chile)
11-10-2009: Argentina 2-1 Perú (ARG ganó en el min 93, evitó llegar
en repechaje a la última fecha)
El duelo del déjà vu
“En algún punto se puede comparar [con los partidos anteriores]. Estamos obligadísimos a ganar para depender de nosotros mismos. La obligación es extrema”, reconoce a FIFA.com Jorge Burruchaga. El actual manager de la selección argentina fue campeón mundial en 1986 y subcampeón en 1990, pero también forma parte de la historia albiceleste ante los peruanos: fue titular en el parto del ’85.
«Prefiero toda la vida [jugar] las dos finales del Mundial y no esos partidos determinantes como aquel de Perú. Este fue de una angustia enorme y las finales que me tocó vivir en México o en Italia fueron de una gran felicidad, de saber que estabas en la puerta de algo muy grande».
Oswaldo «Cachito» Ramírez, el gran héroe de la clasificación peruana del ’69 al marcar los dos goles, cree que Argentina «tiene miedo» de quedarse fuera de Rusia 2018. No se dará por un resultado directo como en su gesta –Argentina hoy está en repechaje y de perder no quedaría eliminada, sí muy complicada-, pero la confianza en los suyos es altísima.
«Esta selección peruana es incluso mejor que la de 1969 porque es un equipo más compacto con jóvenes valores». Perú lleva tres victorias consecutivas y ocupa la última plaza que da acceso directo. Puede volver a una cita mundial por primera vez desde 1982.
Sergio Goycochea, subcampeón del mundo con Argentina en 1990, observó en el diario La Nación lo difícil que debe ser este momento para Messi y compañía: «Se percibe un dolor emocional que está en carne viva. Llegar a tres finales, y aun perdiéndolas, en cualquier otro lugar hubiese sido valorado como una gran actuación, pero acá acentuamos una industria del fracaso. Y los jugadores lo están padeciendo».
Pese a la tensión de su propia experiencia sumado a lo que comenta su excompañero, Burruchaga confía: «Pasarán a jugar las ganas, la bronca… Estoy tranquilo por cómo se está trabajando. Argentina va a terminar jugando el Mundial«.
El último guiño del destino
Como si le faltaran condimentos históricos y emocionales al duelo, en el banco visitante estará Ricardo Gareca. El hoy seleccionador peruano fue héroe argentino en el ’85: a siete minutos del final igualó el partido, clasificó a la Albiceleste y mandó a Perú a un repechaje que no superaría.
Carlos Bilardo lo dejó fuera de los convocados a México ’86 pese a ese gol agónico, por lo que su primer Mundial podría ser Rusia 2018 a costa de su propio país. El lunes, en conferencia de prensa, fue directo: «Eliminar a Argentina es algo sentimental. Es un tema mío, algo muy privado. Yo soy un profesional y todo lo que suceda tendrá que ver con lo futbolístico, no con lo sentimental».
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