El exministro de Justicia, Daniel Figallo, consideró que los procuradores del Estado deben informar de los hechos que investigan, pero sin afectar la honra ni la dignidad de las personas
A propósito del reciente caso de la procuradora de Lavado de Activos, Julia Príncipe, Figallo expresó su confianza en que el impasse por sus declaraciones ante la prensa, sea solucionado mediante el diálogo y el entendimiento.
«Los procuradores deben declarar sin afectar la honra ni dignidad de las personas, sin afectar el secreto sumario de las investigaciones, eso debe hacer el procurador», señaló tras presentarse ante la comisión investigadora del caso Martín Belaunde Lossio, en el Congreso.
Sobre la orden para que los procuradores cuenten con permiso antes de declarar a la prensa, opinó que ello deberá conciliarse con los principios de la Constitución, pero -subrayó- este hecho no los exonera del deber de respetar los derechos fundamentales de las personas.
Reiteró que Príncipe ha cumplido un buen trabajo en las investigaciones sobre lavado de activos, por lo cual no merece una sanción.
Por otro lado, comentó que mientras estuvo en el Gobierno como ministro de Justicia, nunca percibió un acto de corrupción de la Primera Dama, Nadine Heredia.
«Nunca me dio la impresión de corrupción», anotó, tras indicar que su relación con Heredia siempre fue lateral, pues como ministro despachaba con el presidente Ollanta Humala.
También reiteró que en la reunión sostenida con el entonces asesor presidencial, Eduardo Roy Gates, y la exprocuradora, Nelly Vilcatoma, cuando era ministro de Justicia y Derechos Humanos, haya buscado convertir a Belaunde Lossio en colaborador eficaz.
Refirió que su intención era simplemente definir los conceptos con la Procuraduría.