MANILA.- Terroristas filipinos de Abu Sayyaf, que han jurado lealtad al Estado Islámico, secuestraron al alemán, Jürgen Kantner, asesinaron a su compañera Sabina Merz y exigen 10 millones de dólares por su rescate bajo amenaza de muerte.
La pareja navegó por los océanos a bordo del velero Rockall durante muchos años y en 2008, fueron apresados por piratas somalíes, pero lograron recobrar la libertad.
Esta vez cayeron en las aguas malasias de Sabah, a manos de los yihadistas de Abu Sayyaf, y la historia empezó trágicamente con la muerte de la mujer.
El rapto tuvo lugar hace dos semanas, cuando el alemán navegaba en un barco, localizado más tarde en la isla filipina de Laparan.
Dentro de la embarcación, fue hallado el cuerpo sin vida de su pareja, Sabina Merz, que presentaba varias heridas de bala.
Uno de los líderes de la organización yihadista, Alhabsi Misaya, pidió el rescate a través de un mensaje de texto, según el diario filipino The Star, aunque no especificó un plazo para la entrega del dinero.
«La cantidad que piden es imposible e increíblemente alta», afirmó Filemón Tan, vocero del Comando de Mindanao Occidental de las Fuerzas Armadas de Filipinas, región en la que opera principalmente Abu Sayyaf.
Tan confirmó, sin embargo, que el Ejército recibió informes de que Kantner está en manos de los terroristas en la provincia de Sulu, en el extremo suroeste de Filipinas.
En 2008, la pareja fue apresada por unos piratas somalíes en el golfo de Adén y retenidos por sus captores durante 52 días antes de ser liberados a cambio de un rescate de seis cifras, según The New York Times.
En una entrevista con AFP en 2009, Kantner dijo que jamás renunciaría a navegar. «¿Por qué debería regresar a Alemania donde no tengo a nadie?», señaló. «Después de 32 años, he perdido todo contacto con ellos».
«Mi barco es mi vida y no quiero perderlo, eso es todo. No me importan los piratas ni los Gobiernos», dijo el navegante, cuando volvía a Somalia para recuperar el Rockall.
El grupo yihadista decapitó este año a Los rehenes canadienses, John Ridsdel y Robert Hall, tras vencer el plazo impuesto por los terroristas para el pago del rescate.
Abu Sayyaf intensificó sus sanguinarias incursiones en los últimos meses, en los que secuestraron a decenas de personas en las aguas del suroeste de Filipinas y noreste de Malasia, muchos de ellos tripulantes de embarcaciones que navegaban por la zona. (ECHA- Agencias)