MANILA.- El controvertido presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, animó a matar obispos católicos porque los considera “inútiles”, recrudeciendo su enfrentamiento con la Iglesia que comenzó en 2017 cuando los prelados criticaron la sangrienta guerra contra las drogas.
«Esos bastardos no sirven para nada. Lo único que hacen es criticar» exclamó Duterte, que dirige con mano de hierro el país asiático desde 2016-
La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas no ha querido entrar al debate y se ha negado a responder añ mandatario.
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«No queremos añadir más leña al fuego. Cualquier comentario solo exageraría el asunto»,declaró este jueves el portavoz de la conferencia episcopal, Jerome Seciliano.
La Iglesia católica de Filipinas se posicionó contra las medidas de Duterte en su guerra contra las drogas el año pasado. En verano de 2016, Duterte emprendió la Operación Tokhang, una iniciativa para reinsertar a los drogadictos del país que derivó en una estrategia de ejecuciones extrajudiciales de adictos y narcotraficantes.
La cifra de muertos superaba en julio de 2017 los 9.400. La jerarquía eclesiástica llegó a calificar la situación del país como «un reino del terror». (ECHA- Agencias)