PARÍS.- El exprimer ministro conservador francés François Fillon aseguró hoy que no se retirará de la lucha por el Elíseo ante las dudas que comienzan a plantearse en su propio partido sobre la idoneidad de su candidatura ante la investigación judicial abierta en Francia.
«Seré candidato porque porto un mensaje político que, en mi opinión, es el único que puede permitir la recuperación nacional», dijo Fillon, protagonista de una creciente polémica por las acusaciones de empleos supuestamente ficticios que pesan sobre su esposa, con un sueldo global cercano al millón de euros.
Durante una visita en París a un salón empresarial, Fillon, aspirante conservador a las presidenciales francesas, destacó que, aunque no atraviesa «un momento agradable», cuando «uno elige ser candidato no se queja después de la violencia de los ataques».
Tras haber dicho hoy que es víctima de un golpe de Estado institucional promovido por la izquierda, el candidato conservador reiteró que es parlamentario desde hace 30 años y que no considera una casualidad que este escándalo se divulgue a tres meses de las presidenciales en Francia, que se celebrarán el 23 de abril y 7 de mayo en primera y segunda vuelta.
«En una gran democracia como la francesa no se puede permitir que se tome como rehén a un candidato en estas condiciones», indicó Fillon, para quien el caso «sobrepasa» su persona y busca evitar que su grupo, Los Republicanos, no llegue a la segunda vuelta de esos comicios.
El candidato estimó que para evitar en esa ronda concurran «el proyecto loco de Marine Le Pen y un candidato, (Emmanuel) Macron (exministro de Economía con el gobierno socialista), sin experiencia, evidentemente hay que continuar».
Previamente dijo hoy que su mujer, Penelope Fillon, fue «remunerada legalmente y con una cuantía normal» como asistente parlamentaria suya y posteriormente también del diputado que le sustituyó en su circunscripción, ante la investigación abierta en Francia.
El semanario satírico Le Canard Enchaîné reveló hoy que estuvo contratada durante 15 años, y no solo ocho como se había contado anteriormente, de forma que en total recibió 831.440 euros brutos procedentes de las arcas públicas.
La investigación quiere establecer si hubo malversación de fondos públicos, abuso de bienes sociales y receptación en esos empleos supuestamente ficticios de Penelope Fillon.
Del interrogatorio de la mujer se ha filtrado que no disponía de pase de entrada a la Asamblea francesa ni un correo electrónico oficial y que ella no encuentra sus contratos de trabajo ni recuerda haberlos firmado.
EFE/Foto: elmundo.es