La Justicia argentina reveló una estructura de espionaje que funcionaba dentro de la Agencia Federal de Inteligencia, pero al margen de las leyes que regulan la actividad. Durante el G20, en diciembre de 2018, la organización realizó un seguimiento a corresponsales de EFE, ANSA, DPA, Xinhua, Reuters, AP e importantes portales internacionales.
El Juzgado Federal 11 de Buenos Aires investiga una estructura de espionaje ilegal que se organizó durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, funcionó al interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de Argentina, contaba con narcotraficantes como mano de obra y reportaba directamente a la oficina del mandatario.
El ex presidente, su ex ministra de Seguridad y actual referente política, Patricia Bullrich, los entonces directores de la agencia, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani y varios «agentes» están siendo investigados por el juez Marcelo Martínez De Georgi por «producción de inteligencia ilegal».
La denuncia la presentó la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, luego de que una auditoría de la agencia diera con las fichas digitales del espionaje en cuestión, que no habían sido debitadamente borradas antes del cambio de gobierno del 10 de diciembre de 2019.
El escándalo, inédito para la joven democracia argentina recuperada en 1983, es de tal magnitud que no sólo incluye como víctimas del espionaje a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, sino también al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y a quien fuera gobernadora de la provincia de Buenos Aires hasta 2019, María Eugenia Vidal, estos dos últimos, aliados principales del ex presidente y compañeros de fórmula en las elecciones generales de octubre.
Además, la investigación judicial expuso que durante la Cumbre del G20 en Buenos Aires en diciembre de 2018 esta red de espionaje político y social siguió a más de 400 periodistas, entre los que se encontraban los corresponsales de las agencias EFE, ANSA, DPA, Xinhua, Associated Press y Reuters.
Asimismo, la organización rastreó a periodistas de medios internacionales como Bloomberg, The Bubble, CNN, Argentinisches Tagblatt, Al Jazeera, Getty Images, ARD, The BA Times y Forbes.
Desde la Federación Internacional de Periodistas condenamos este accionar antidemocrático y violatorio de la intimidad de cientos de periodistas y sus familias. En este sentido, nos solidarizamos con la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, organizaciones que tienen a varios afiliados entre los espiados.
Ante semejante situación, exigimos a las nuevas autoridades argentinas un apoyo total a la investigación judicial y reclamamos condenas ejemplares para quienes permitieron y fomentaron que una organización semejante funcionara al margen del Estado de Derecho.