PARÍS.- El fiscal François Molins señaló que el tunecino, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, no era un “lobo solitario” sino que contaba con cómplices y actuó de manera “premeditada” desde meses antes en el marco de una estructura que lo apoyó.
Dijo que, a diferencia de la idea que circuló en un primer momento, de que se había tratado de la actuación de un lobo solitario, las investigaciones «han permitido no sólo confirmar aún más el carácter premeditado de la acción sino que pudo beneficiarse de apoyos y complicidades en la preparación y en la comisión de su acto criminal».
Dos franco-tunecinos, un tunecino, un albanés y una franco-albanesa, de entre 21 y 42 años, fueron presentados ante la Justicia acusados de asociación terrorista de malhechores y asesinatos.
«No estaban fichados por los servicios de información», precisó Molins.
A partir del análisis del teléfono móvil del atacante, que reveló muchos contactos entre ellos, los sospechosos pudieron ser detenidos, indicó el fiscal, quien añadió que el vínculo entre Lahouaiej Bouhlel y ellos pudo ser establecido también gracias a los elementos hallados en el camión y en las armas.
Las huellas dactilares de uno de los sospechosos fueron halladas en la puerta del pasajero del camión de 19 toneladas, con el que Mohamed Lahouaiej Bouhlel arrolló y mató a 84 personas el 14 de julio de Niza, dejando también más de 350 heridos.
También aparecieron nuevas imágenes «reveladoras» en el teléfono celular del atacante; entre ellas, una foto de un concierto en el Paseo de los Ingleses de Niza y la foto de un artículo sobre el «captagón», una famosa droga utilizada por los yihadistas responsables de atentados terroristas. (ECHA- Agencias)