MADRID (España).- Un esqueleto fósil de 3.3 millones de años ha dado a los científicos la clave para establecer que varios millones de años antes de lo pensado el ser humano había desarrollado ya partes de la columna vertebral que le permitían movimientos para caminar de manera eficiente.
El fósil conocido como Selam es un esqueleto casi completo de una niña de unos dos años y medio que fue descubierto en Etiopía en el año 2000 por el profesor Zeray Alemseged de la Universidad de Chicago (EEUU) y director del estudio que publica hoy PNAS.
Selam, que en amárico etíope significa «paz», fue un humano temprano de la especie Austrolpitecus afarense, la misma que la famosa Lucy.
El análisis de los restos fósiles reveló la columna vertebral más completa de homínido encontrada hasta ahora y que incluye vértebras, cuello y caja torácica.
«Investigaciones continuas y meticulosas de Selam mostraron que la estructura general de la columna vertebral humana surgió hace unos 3.3 millones de años, lo que arroja luz sobre uno de los rasgos distintivos de la evolución humana«, señaló Alemseged en un comunicado de la universidad.
El experto destacó además que el fósil de Selam presentaba un estado de conservación sin precedentes, «especialmente para un individuo joven que aún no tiene sus vértebras totalmente fusionadas».
La columna vertebral de los humanos comparte características con la de otros primates, pero tiene otras que le son propias y le permiten caminar erguido, como que tiene menos vértebras torácicas, pero más vertebras dorsales.
Sin embargo era muy difícil establecer dónde y cuándo evolucionó ese patrón pues encontrar un conjunto fósil de vértebras completo y bien preservado es algo muy extraño.
Durante años se conocían fragmentos de restos fósiles de algunas especies tempranas que «sugerían» un desplazamiento de las vértebras torácicas a las lumbares.
«Selam nos ha proporcionado el primer vistazo a cómo estaba organizada la columna vertebral de nuestros antecesores tempranos», indicó Carol Ward, de la facultad de Medicina de la Universidad de Misuri (EEUU).
Los restos de Selam fueron llevados al Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotón en Grenoble (Francia), donde Alemseged y su equipo de investigación usaron tecnología de imágenes en alta resolución para visualizar los huesos.
Así los expertos pudieron examinar, de manera virtual, aspectos de las vértebras que era «imposible lograr con la muestra original», indicó Fred Spoor, coautor del estudio, del departamento de Biociencia de la University College de Londres.
Los estudios señalaron que Selam es el primer ejemplar en el que, al igual que los humanos modernos, nuestros primeros antepasados tenían solo doce vértebras torácicas y doce pares de costillas. Es decir, menos que la mayoría de los simios.
Esta configuración poco habitual en un humano temprano puede ser la clave para desarrollar escenarios más precisos sobre la evolución de la bipedestación y la forma moderna del cuerpo humano», según el estudio.