PARÍS,.- El Parlamento francés aprobó hoy por amplia mayoría el acuerdo alcanzado con los socios de la eurozona para el inicio de negociaciones sobre un tercer rescate para Grecia.
Con 412 votos a favor, 69 en contra y 49 abstenciones, la Asamblea Nacional (Cámara baja) dio su respaldo al plan, gracias al amplísimo respaldo en las filas del gobernante Partido Socialista y al apoyo mayoritario de la formación conservadora de los Republicanos.
Tan solo dos socialistas se manifestaron en contra (nueve de ellos se abstuvieron), mientras que en la bancada conservadora 93 lo validaron y 41 se opusieron (además de 35 abstenciones).
Entre los grupos minoritarios, tanto los centristas de la UDI como los ecologistas votaron a favor del acuerdo, en tanto que el Frente de Izquierda y el Frente Nacional se opusieron en bloque.
En el Senado también venció el «sí» pocos minutos después, por 260 votos a favor, 23 en contra y 60 abstenciones.
El acuerdo, que impone duras condiciones a Grecia a cambio de evitar su salida del euro y una previsible debacle financiera, ha sido publicitado en Francia como un éxito diplomático del presidente François Hollande, que defendió hasta el final la necesidad de evitar un «grexit».
En el debate previo a la votación, cuyo resultado se daba por descontado, el primer ministro francés, Manuel Valls (foto), defendió el pacto porque con él «Europa ha sabido remontar una crisis que habría podido ser fatal».
El compromiso -argumentó- «es la reafirmación de que el lugar de Grecia está en la zona euro y en la UE. No hay ‘grexit’ ni ‘grexit’ temporal, idea absurda».
Rechazó que el acuerdo sea una humillación para Grecia porque «la humillación habría sido para ese país ser expulsado de la moneda única (…) cuando la inmensa mayoría de los griegos quiere seguir».
Reconoció que la decisión del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, de aceptar ese compromiso «no es fácil» porque «los griegos tendrán que hacer esfuerzos suplementarios e indispensables, pero sin comparación con el empobrecimiento que habría supuesto la salida de la moneda única».
«Si las reformas son exigentes es porque no las hicieron» los anteriores ejecutivos griegos, repitió antes de pedir «algo de confianza en el Gobierno de un país amigo».
Valls alabó el papel en esta negociación de Hollande, quien «luchó por este acuerdo» y tenía «una inmensa responsabilidad, privilegiar el interés general de Europa».