MADRID.- El gobierno francés cree que la Cumbre del Clima de Madrid debe ser ambiciosa y finalizar el desarrollo de los acuerdos de París, sobre todo en lo que se refiere a los mecanismos de mercado para el intercambio de las cuotas de carbono que contempla el artículo 6 de dicho pacto y que, hoy por hoy, no está implementado a nivel global.
La secretaria de Estado francesa para la Transición Ecológica, Brune Poirson (foto), dijo este lunes en una comparecencia de prensa que para Francia lo más importante es la «puesta en marcha» de todo el acuerdo de París, pero también que los países sean «más ambiciosos» en la reducción de emisiones.
Poirson indicó que para conseguir los objetivos climáticos es muy importante la implicación de las empresas y de los ciudadanos «porque son ellos quienes realizan la transición hacia la neutralidad climática».
«Además -consideró- hay que utilizar el impulso internacional de las movilizaciones».
Sobre los mecanismos de intercambio de carbono, Poirson se declaró «prudentemente optimista», pero reconoció que, si lo que se persigue es un «gran mecanismo internacional sobre los créditos de carbono que obligue a todo el mundo, puede que se tarden años y años».
«Pero no es ese el objetivo. Al contrario, el objetivo es simplificar los mecanismos de intercambio de carbono, y creo que eso se puede conseguir», añadió.
El Acuerdo de París reconoce la importancia de los ecosistemas como sumideros de carbono, en particular, los bosques, y la posibilidad de utilizar mecanismos de mercado para cumplir con los objetivos. El siguiente paso consiste en desarrollar las reglas para facilitar la transferencia de emisiones.
Desde el punto de vista europeo, la secretaria de Estado francesa se refirió a la «transición justa» para aquellas regiones europeas más afectadas por la neutralidad climática -las que dependen todavía de la actividad minera- y a la necesidad de ayudar a esos países «a superar los escollos que les frenan» en este sentido.
«Los montantes van a ser importantes, pero eso es algo que se va a trabajar a nivel europeo. Un mecanismo de financiación para esas regiones que tienen unas necesidades mayores que el resto para realizar esa transición, que tiene que ser a la vez solidaria y ecológica», dijo.
«Es un asunto complicado porque hay que discutirlo a nivel europeo. Hay que encontrar aliados para la distribución de ese fondo, el mecanismo que tiene que soportarlo. Hay regiones, incluso en el oeste de Europa, que pueden resultar afectadas por la transición.
El Fondo de Transición Justa hacia la neutralidad climática es un mecanismo propuesto por la Comisión Europea que aún tiene que dotarse de presupuesto y fórmulas de reparto.
Los países de la Unión Europea (UE) más afectados por los cierres de las minas de carbón son Polonia y la República Checa.
En su intervención ante el plenario de la COP25, el primer ministro francés, Edouard Philippe, opinó que «hay motivos para la esperanza» en este combate de la humanidad «consigo misma».
«Hay que dar objetivos que den esperanzas a nuestros ciudadanos», dijo Philippe, que puso como ejemplo de «trabajo serio y responsable» las iniciativas para acabar con la lluvia ácida en Europa.
«Podemos resolver todo si nos lo tomamos en serio», agregó Philippe, quien resaltó la necesidad de «cambiar de método», en el sentido de que «no solo los gobiernos, sino el resto de los ciudadanos, deben compartir el problema del cambio climático» y puso como ejemplo una convención de ciudadanos en Francia para formular recomendaciones.
«Son los ciudadanos quienes tienen que decidir el nivel de aceptabilidad de las propuestas y las iniciativas», afirmó Philippe, que recordó ante el resto de líderes que su país ya se ha marcado el objetivo de la neutralidad climática para 2050, que para 2022 cerrará su última central de carbón y que para 2040 existe la posibilidad de dejar de vender coches que produzcan emisiones de efecto invernadero.
EFE