PARÍS.- La Justicia francesa rechazó hoy el requerimiento impuesto por un sobrino del paciente terminal Vincent Lambert, símbolo de la lucha por la eutanasia en Francia, en el que este pedía aplicar la decisión judicial europea de lanzar el procedimiento de fin de vida.
Con su dictamen, el Tribunal Administrativo de Châlons-en-Champagne, en el este de Francia, dio el visto bueno de facto al mantenimiento artificial con vida de ese paciente, de 39 años, y en estado vegetativo desde el 2008 tras un accidente de moto.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ordenó el pasado junio lanzar el proceso de fin de vida, pero esa decisión no fue aplicada por los médicos del Hospital Universitario de Reims, donde está el enfermo, con el argumento de que «no se cumplen las condiciones de serenidad y seguridad» precisas.
Los jueces, según los medios franceses, estimaron hoy que los médicos estaban en su derecho de no acatar la orden de Estrasburgo, en virtud de su independencia profesional y moral.
El caso de Lambert cristaliza el debate sobre la legalización de la eutanasia en Francia y tiene enfrentada a su familia.
De un lado, su esposa y la mayor parte de sus sobrinos, que se aferran a sus deseos, mostrados en vida, de no vivir artificialmente, y por el otro sus padres, que creen que debe ser mantenido con vida pese a que no emite signos externos de consciencia.
La batalla judicial pareció terminar cuando Estrasburgo se pronunció a favor de la decisión del equipo médico que le trataba de desconectarle, pero los facultativos dieron marcha atrás y pidieron lanzar un nuevo proceso de estudio del estado del paciente, lo que supuso comenzar de cero.
Ante esa decisión, el sobrino interpuso la demanda sobre la que se dictaminó hoy.