PARÍS.- El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo hoy que las revelaciones de WikiLeaks sobre el espionaje de Estados Unidos a presidentes galos son muy graves y constituyen una violación del espíritu de confianza.
Acorde con la información divulgada, la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) pinchó al menos entre 2006 y 2012 las comunicaciones de Jacques Chirac, Nicolás Sarkozy y François Hollande, así como de sus cercanos colaboradores.
Al intervenir ante la Asamblea Nacional, Valls instó a Washington a reparar el daño causado por esa práctica «inaceptable» y reclamó «una exigencia de verdad y explicaciones lo antes posible».
Es conveniente entre los países aliados el establecimiento de un código de buena conducta en materia de inteligencia y de respeto a la soberanía política, expresó.
Al término de un Consejo de Defensa convocado esta mañana por Hollande, el Palacio del Elíseo calificó de inaceptable el supuesto espionaje y remarcó que esta nación europea no tolerará ningún acto que cuestione su seguridad y la protección de sus intereses.
Los compromisos de Washington deben ser estrictamente cumplidos, apuntó en referencia a la visita del jefe de Estado galo a la nación norteña en febrero de 2014, durante la cual Barack Obama se comprometió a que se acabarían las escuchas indiscriminadas a los países aliados.
El canciller Laurent Fabius convocó a la embajadora estadounidense en este país, Jane Hartley, para tratar el tema. También trascendió que Francia enviará en los próximos días a Estados Unidos al coordinador de sus servicios de inteligencia, Didier Le Bret.
A pocas horas de las revelaciones, expertos avizoran una tensión en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, sobre todo porque Francia es uno de los territorios más «cercanos» a Estados Unidos en lo que denomina lucha contra el terrorismo.
Lo divulgado provocó críticas especialmente de políticos de diferentes partidos, quienes exigen a Hollande que responda con fuerza. Hasta ahora se anticipa que lo revelado es sólo una parte de la actividad de espionaje de esa Agencia a dirigentes galos.
Durante una reunión parlamentaria que tuvo lugar en el Palacio del Elíseo, diputados y senadores calificaron de inaceptable e intolerable los hechos descubiertos.
Colaboradores de Sarkozy, apuntaron que para el expresidente esos métodos de espionaje son inaceptables en general, y en particular entre aliados.
Según los datos dados a conocer, la Casa Blanca negó haber interceptado las comunicaciones de Hollande.
Las revelaciones salen a la luz en momentos en que el gobierno francés impulsa un cuestionado proyecto de ley de inteligencia, el cual es debatido en el Parlamento, reporta prensa-latina.cu
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