PARÍS.- El Ministerio del Interior de Francia calcula que han participado este sábado en protestas de los Chalecos Amarillos por todo el país 84.000 personas, 8.000 de ellas en París, lo que demuestra que la organización recupera sus fuerzas y capacidad de movilización.
La semana pasada, fueron 50.000 manifestantes, cifra superada ampliamente el sábado donde 201 personas fueron arrestadas durante el noveno fin de semana consecutivo de protestas. Aunque varias manifestaciones se han visto salpicadas de enfrentamientos con la policía, especialmente en París, Burdeos, Toulouse, Bourges y Caen, la violencia ha sido generalmente menor que en anteriores manifestaciones.
Los primeros enfrentamientos entre agentes antidisturbios y manifestantes han comenzado con el lanzamiento de piedras y de gases lacrimógenos en torno al Arco del Triunfo, en París, poco después de las dos y media de la tarde hora local y peninsular española.
Además de la protesta en la capital, se ha producido una movilización importante en la localidad de Bourges, en el centro del país, de menos de 70.000 habitantes, donde alrededor de 5.000 personas comenzaron a reunirse esta mañana, a pesar de que la Alcaldía de la ciudad había prohibido cualquier tipo de concentración.
La ciudad estaba en el punto de mira de los agentes después de una campaña por Internet para convertir la localidad en el escenario de una protesta masiva para simbolizar el malestar de la «Francia de provincias» frente a la capital.
Allí han sido detenidas 17 personas. Los choques con la policía en Bourges han empezado a la misma hora que los de París con la quema de parte del mobiliario urbano.
El primer ministro francés, Edouard Philippe, anunció que el Gobierno presentará una «nueva ley» para endurecer las sanciones contra los «alborotadores» en respuesta a las movilizaciones de los chalecos amarillos, que siguen sin remitir tras dos meses de manifestaciones.
La nueva legislación contemplará penas más duras para delitos de vandalismo y para las protestas no comunicadas, una práctica habitual de los chalecos amarillos.
«Si queremos defender la libertad de manifestación (…) tendremos que desarrollar nuestras leyes y completar nuestra legislación», ha apuntado Philippe en una entrevista en la cadena de televisión TF1. (ECHA- Agencias)