Francia sienta en el banquillo a cómplices del ataque a «Charlie Hebdo»

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PARÍS, 2 sep.- La justicia francesa abrió este miércoles el juicio contra los supuestos cómplices de los atentados de enero de 2015 contra el semanario satírico «Charlie Hebdo», una policía municipal y el supermercado judío Hyper Cacher de París, que mataron a 17 personas.

El Tribunal Penal evaluará hasta el 10 de noviembre el rol de 14 personas en esos ataques, de las que diez están detenidos provisionalmente, una en libertad bajo control judicial y tres en orden de busca y captura, con una petición de penas que van desde la cadena perpetua hasta los 10 y 20 años de cárcel.

Se los acusa de participación en una organización terrorista criminal y de distinto grado de complicidad, ya sea en el suministro de apoyo logístico, financiero o material a los hermanos Saïd y Chérif Kouachi, responsables del atentado contra «Charlie Hebdo», y a Amedy Coulibaly, autor de los otros dos.

El proceso comenzó rodeado de fuertes controles de seguridad, que restringieron la circulación en torno al tribunal, estuvo acompañado de una amplia presencia de agentes y obligó a los acusados, como al resto de asistentes, a llevar mascarilla cuando presentaron sus datos de identidad ante el presidente de la sala.

El primer ataque tuvo lugar el 7 de enero y mató a 12 personas. Un día después, coordinado con los Kouachi, Coulibaly asesinó a una agente municipal y el día 9 retuvo a una decena de personas en el supermercado judío y asesinó a cuatro. Los tres terroristas acabaron siendo abatidos por las fuerzas del orden.

«Charlie Hebdo» recibía amenazas desde que en 2006 publicó unas caricaturas de Mahoma que este miércoles volvió a difundir alegando que esa revista no se «doblegará» jamás.

En esa misma línea se expresó hoy poco antes del inicio del juicio el secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire, para quien «aceptar restricciones a los sistemas de pensamiento es entrar en una lógica muy peligrosa».

«Ver 5 años después que hay un juicio es una satisfacción después del horror de la tragedia porque se hará justicia para las víctimas y sus familias y se envía una señal al conjunto del mundo de que en un país como Francia no admitimos que la intolerancia religiosa vaya hasta cometer la forma más extrema de la censura, que es el asesinato», concluyó. EFE

 

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