PARÍS.- La dirigente del Frente Nacional (FN) Marion Maréchal-Le Pen anunció hoy que se toma un «periodo de reflexión» sobre su candidatura en las elecciones regionales en Francia por el pleito de su abuelo Jean-Marie Le Pen y su tía Marine Le Pen.
La joven diputada, de 25 años, es la aspirante de la formación de ultraderecha en la región meridional de Provenza-Alpes-Costa Azul, pero la guerra en el seno de su familia hace que no quiera ser vista como una «rehén» de su abuelo, quien impulsó su candidatura para los comicios de diciembre, según declaró ella hoy al diario «Le Figaro».
«Mi decisión no es en absoluto un apoyo al presidente de honor (Jean-Marie), puesto que estoy profundamente impactada por sus palabras. Espero tomar una decisión rápidamente, de aquí a unas semanas. Si se designa a un nuevo candidato, evidentemente yo lo apoyaría», dijo.
La cúpula del FN resolvió ayer suspender de militancia a Jean-Marie por sus últimas declaraciones antisemitas y convocar una asamblea general extraordinaria para que se vote la supresión de la figura del presidente de honor.
Esta mañana, el fundador del FN, de 86 años, reaccionó con dureza contra su hija, a quien acusó de traición y a quien recomendó «que se case pronto» para dejar de tener el mismo apellido que él.
Su nieta, considerada como la gran esperanza de futuro para la dinastía Le Pen y el movimiento ultraderechista, reconoció que ahora se encuentra «en una situación personal delicada», que espera que no afecte a la candidatura regional de su partido, por lo que comprendería que se busque a un aspirante «más neutro».
Sin embargo, trató de quitar hierro a las últimas imprecaciones de su abuelo, que consideró «palabras de emoción y de heridas afectivas más que de razón política».
Además, dijo que esta batalla perjudica a la larga al fundador del FN, ya que hasta sus más próximos están «perturbados» por la virulencia de sus ataques contra la presidenta del partido. EFE
Imagen: lelap.europe1.fr