El papa Francisco anunció hoy la celebración en octubre de 2019 de un Sínodo extraordinario de obispos para abordar los problemas de la región de la Amazonía, y especialmente de la población indígena.
Al término de la ceremonia de canonización de 35 nuevos santos en la Plaza de San Pedro, Francisco explicó que este Sínodo nace «de la petición de algunas Conferencias Episcopales de América Latina y de los pastores y fieles de tantas partes del mundo».
El objetivo principal de esta extraordinaria asamblea de los obispos, según Francisco, será «encontrar nuevos caminos para la evangelización de este Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, a menudo olvidados y sin perspectivas de un futuro sereno, también debido a la crisis de la foresta Amazónica, pulmón de capital importancia para nuestro planeta».
«Que los nuevos santos intercedan por este evento eclesial, para que en el respeto de la belleza de la creación, todos los pueblos de la tierra adoren a Dios y que, iluminados por él, recorran caminos de Justicia y Paz«, dijo Francisco, que hoy hizo santos a tres niños indígenas mexicanos asesinados entre 1527 y 1529 por convertirse al cristianismo.
La idea de convocar un Sínodo para la región de la Amazonía rondaba desde hace tiempo al papa Francisco, que en sus viajes a Latinoamérica ha siempre defendido los derechos y la cultura de las poblaciones indígenas como ha expresado su preocupación y abogado por la defensa de la foresta Amazónica.
La idea surgió después de la visita «ad limina» que realizaron el pasado mayo los obispos peruanos al papa y en la que ya les expresó además de su deseo de visitar el país (viaje que se producirá en enero) la celebración de un Sínodo para los pueblos amazónicos.
El arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Salvador Piñeiro García-Calderón, explicó que se centraría sobre todo en la situación de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia , Brasil y Perú, que aporta el 13% a la cuenca amazónica, donde existen zonas de «sufrimiento, marginación, muy poco personal, distancias enormes y que esto a Francisco le preocupaba.
En el área amazónica de Sudamérica habitan 2.779.478 aborígenes pertenecientes a 390 pueblos autóctonos y 137 pueblos «no contactados».
Son personas que hablan 240 lenguas que pertenecen a 49 ramas lingüísticas, entre las más relevantes desde el punto de vista histórico y cultural, según recoge el portal especializado en información religiosa «El Sismografo».
También será vital la explotación que está sufriendo la foresta amazónica y que afecta tanto a las tierras de los indígenas como a la conservación del medioambiente.
Desde septiembre de 2014 pueden contar con el apoyo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), nacida en Brasilia en ocasión de un encuentro de obispos de diócesis que incluyen en su territorio regiones amazónicas, sacerdotes, misioneros y misioneras de congregaciones que trabajan en la jungla amazónica, representantes de algunas Caritas nacionales y laicos pertenecientes a diversas estructuras de la Iglesia. EFE