La ministra peruana de Justicia y Derechos Humanos, María Soledad Pérez Tello, aseguró hoy que el encarcelado expresidente Alberto Fujimori no reúne las condiciones necesarias para que pueda ser indultado, como se solicitó esta semana por parte de congresistas del partido fujimorista Fuerza Popular.
Pérez Tello afirmó a la emisora RPP que a Fujimori no se le puede aplicar un indulto común ni tampoco uno por razones humanitarias, otorgado de manera extraordinaria por el presidente de la República.
En el primer caso «no existe posibilidad» porque Fujimori fue condenado por delitos de lesa humanidad y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) determinaría que el indulto es una estratagema para eludir la acción de la justicia, argumentó Pérez Tello.
La ministra señaló que Fujimori tampoco reúne actualmente las condiciones para otorgarle un indulto humanitario, al que puede acceder si lo solicita formalmente al actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski, quien tomará la decisión en función a las recomendaciones de una comisión médica que evaluaría el caso.
«Tendría que tener una enfermedad terminal o una enfermedad que, no siendo terminal, sea degenerativa, incurable y que se agudice con las condiciones penitenciarias», dijo Pérez Tello.
Fujimori, de 78 años, es trasladado periódicamente desde su celda a clínicas de Lima para recibir tratamiento por algunos males crónicos que padece, como una hernia, hipertensión, gastritis y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta en seis ocasiones.
El expresidente es el único recluso de una prisión construida expresamente para albergarlo, en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP), y cuenta con asistencia médica permanente.
En ese establecimiento permanece desde que en 2009 fue condenado a 25 años de prisión por la matanza de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde murieron 25 personas a manos del grupo militar encubierto Colina, y por los secuestros del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti, después del autogolpe de Estado que dio el 5 de abril de 1992.
El indulto humanitario ya fue rechazado por el expresidente Ollanta Humala cuando estaba en el cargo en 2013 tras una solicitud de los hijos de Fujimori, entre ellos Keiko Fujimori, actual líder de Fuerza Popular, en la que esgrimían un delicado estado de salud de su padre.
Una segunda solicitud de indulto humanitario fue presentada por el expresidente el año pasado, a pocos días de finalizar el mandato presidencial de Humala, pero Fujimori desistió cuando Kuczynski asumió la Presidencia y anunció que no pensaba otorgar esa gracia al padre de su rival en las últimas elecciones.
El tema volvió al primer plano el lunes último luego de que el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, afirmó que su gobierno está «estudiando» el caso.
Sin embargo, el primer ministro, Fernando Zavala, afirmó luego que el gobierno peruano no analiza la posibilidad de indultar al exgobernante.
«El presidente ha sido muy claro: no se trata de un indulto. Como lo dijo en campaña, nosotros vamos a evaluar las propuestas que se presenten en el Legislativo y que tengan que ver con temas generales, que puedan beneficiar a un grupo de personas», declaró.
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