Abimael Guzmán se niega a declarar sobre el atentado de Tarata

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El sentenciado fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, se negó hoy a responder al interrogatorio de la Fiscalía en el juicio oral por su presunta responsabilidad en el atentado de Tarata, que dejó 25 muertos en 1992, al asegurar que no tuvo «nada que ver» con ese ataque.

Al ser consultado sobre el atentado terrorista que antecedió a su captura en 1992, Guzmán respondió: «No tengo nada que decir porque no tengo nada que ver con Tarata. ¿Cuándo van a entender eso?».

«No somos aventureros que nos pagan, somos comunistas combatientes», agregó Guzmán, quien cumple una sentencia a cadena perpetua por delitos de terrorismo en la Base Naval del Callao, donde se realizó la audiencia judicial.

La Fiscalía de Perú ha pedido otra cadena perpetua para Guzmán y 12 exlíderes de la banda terrorista por la presunta autoría mediata en la muerte de 25 personas en el atentado con coche bomba en la calle Tarata, en el distrito capitalino de Miraflores.

Otro excabecilla de Sendero, Florindo Flores Hala, dijo a la sala que tampoco respondería al interrogatorio, mientras que Óscar Ramírez Durand y Elizabeth Cárdenas, exintegrantes de la cúpula senderista, señalaron que sí responderán a la Fiscalía.

El fundador del grupo terrorista de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán (c), llega a una audiencia llevada a cabo en la Base Naval del Callao hoy, martes 27 de junio del 2017, en Lima (Perú). EFE/Ernesto Arias.

El abogado de Guzmán, Alfredo Crespo, mostró a los periodistas una carta, al final de la audiencia, en la cual Guzmán y varios excabecillas del grupo afirman que «como dirigentes nunca hemos dispuesto una acción específica, así que no habríamos podido disponer que se hiciera la llamada acción de Tarata».

«Más aún, como versa en documentos partidarios, somos quienes más duramente hemos criticado la lamentable acción», agregó el documento que lleva la firma de varios de los procesados.

Guzmán, de 82 años, y los excabecillas de Sendero también negaron, en la carta, haber dispuesto vínculos con el narcotráfico, tal como sostiene la Fiscalía peruana.

La Procuraduría del Estado para casos de terrorismo ha pedido incrementar a 10 millones de soles (3 millones de dólares) la reparación civil de los procesados, mientras que la Procuraduría Antidrogas pidió una reparación civil de 36 millones de soles (11 millones de dólares) por supuestamente apoyar a mafias del narcotráfico en el selvático Alto Huallaga.

El 16 de julio de 1992, un comando senderista dejó un vehículo cargado con explosivos en la calle Tarata del distrito de Miraflores y al detonar destruyó un edificio de viviendas y varias construcciones a la redonda.

A raíz de la explosión fallecieron 25 personas y, dos meses después, la Policía Nacional capturó a Guzmán y la cúpula senderista en una casa de la capital.

El fundador del grupo terrorista de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán (d), y su esposa, la también condenada por terrorismo Elena Iparraguirre (i), asisten a una audiencia llevada a cabo en la Base Naval del Callao hoy, martes 27 de junio de 2017, en Lima (Perú). EFE/Ernesto Arias.

La acusación por la autoría mediata del atentado va dirigida a la esposa de Guzmán, Elena Iparraguirre Revoredo, exnúmero dos de Sendero, a Óscar Ramírez Durand, Eleuterio Flores Hala, Osmán Morote Barrionuevo y Margot Liendo Gil.

Asimismo, contra Victoria Elizabeth Cárdenas Huayta, Margi Clavo Peralta, María Pantoja Sánchez, Laura Zambrano Padilla, Florentino Ceron Cardoso, Moisés Limaco Huayascachi y Edmundo Cox Beuzeville.

De acuerdo al informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Sendero Luminoso fue el principal responsable de las 69,000 víctimas por el conflicto interno entre 1980 y el 2000 en Perú.

EFE/Foto:

 

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