NUEVA YORK.- El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) condenó la muerte de los periodistas palestinos Hosam Shabat y Mohamed Mansur en dos bombardeos ejecutados el lunes por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza y reclamó una «investigación internacional independiente» para determinar si fueron ataques dirigidos contra ellos de forma «deliberada».
Shabat, que colaboraba con la cadena de televisión qatarí Al Yazira, murió en un bombardeo que alcanzó su vehículo en la ciudad de Beit Lahia (norte), mientras que Mansur, que trabajaba para la cadena de televisión Palestine Today TV murió junto a su mujer y su hijo en un ataque contra su vivienda en Jan Yunis (sur).
«El CPJ está consternado al ver una vez más a los palestinos llorar sobre los cadáveres de periodistas muertos en Gaza», dijo el director de programas del organismo, Carlos Martínez de la Serna, quien ha recalcado que «esta pesadilla en Gaza tiene que terminar».
«La comunidad internacional debe actuar con rapidez para garantizar la seguridad de los periodistas y exigir a Israel que rinda cuentas por las muertes de Hosam Shabat y Mohamed Mansur, cuyos asesinatos podrían haber sido selectivos. Los periodistas son civiles y es ilegal atacarlos en una zona de guerra», resaltó.
En esta línea, el Sindicato de Periodistas Palestinos (PJS) condenó los «atroces crímenes» a través de un comunicado en el que ha sostenido que ambos periodistas fueron «atacados de forma directa». «Es un crimen de guerra horrible que busca eliminar la verdad y aterrorizar a los que trasladan el mensaje de la libertad de expresión».
«Este crimen no es un incidente aislado ni una excepción, sino que es parte de una política sistemática de la ocupación para eliminar a los periodistas palestinos, que se han convertido en objetivos directos de la máquina de matar israelí simplemente por cumplir su deber de informar sobre la verdad», dijo la organización.
El PJS recalcó que más de 205 periodistas y profesionales de los medios han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí contra el enclave, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otros grupos armados palestinos, en lo que ha descrito como «la masacre más mortífera contra periodistas en la historia moderna».
De esta forma, criticó el «alarmante silencio internacional y la lamentable complicidad con los crímenes de la ocupación» y ha reclamado «acciones inmediatas» por parte de la comunidad internacional para «poner fin a estas violaciones, que suponen un asalto flagrante contra la libertad de prensa y los Derechos Humanos».
Por ello, pidió a Naciones Unidas, el Tribunal Penal Internacional (TPI) y las organizaciones de Derechos Humanos de todo el mundo que «vayan más allá de las meras condenas y adopten medidas inmediatas para que la ocupación israelí rinda cuentas por sus crímenes», incluida la imposición de sanciones para «poner fin a la cultura de la impunidad».
Franja de Gaza: mueren dos periodistas en sendos bombardeos de Israel
ACUSACIONES DE ISRAEL
Por su parte, el Ejército de Israel confirmó este martes su responsabilidad en la muerte de Shabat y afirmó que era «un terrorista» del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) que cumplía funciones de «francotirador» en el grupo y que «también estaba empleado como periodista en Al Yazira».
«Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Shin Bet revelaron en octubre de 2024 la clara afiliación del terrorista al brazo militar de Hamás, incluida la publicación de documentos internos de Hamás que demostraban que recibió entrenamiento militar para el Batallón de Beit Hanun en 2019», sostuvo.
El Ejército israelí había acusado en octubre de 2024 a Shabat y otros cinco periodistas de Al Yazira de ser miembros de Hamás y Yihad Islámica, tras lo que el CPJ reclamó a las autoridades de Israel que no formularan «acusaciones infundadas» para «justificar sus asesinatos» contra trabajadores de los medios.
En este sentido, el Ejército israelí insistió este martes en que el hombre «participó en ataques y en actividades terroristas contra las fuerzas de las FDI y ciudadanos del Estado de Israel durante la guerra». «Es una nueva prueba de que terroristas de Hamás reciben empleos en Al Yazira», dijo, antes de aseverar que las fuerzas israelíes «seguirán actuando contra terroristas de Hamás y eliminando cualquier amenaza contra los ciudadanos del Estado de Israel».
Las autoridades gazatíes condenaron el lunes «en los términos más firmes» el «asesinato de periodistas palestinos por parte de la ocupación israelí» y reclamó a la comunidad internacional y a los organismos de prensa que «condenen estos crímenes sistemáticos» en Gaza. Por su parte, Hamás denunció que los ataques de Israel contra periodistas tienen el objetivo de «aterrorizarlos y disuadirlos de informar la verdad y exponer las masacres de la ocupación» y tachó la muerte de Mansur y Shabat como «asesinatos deliberados».
Asimismo, las autoridades del enclave elevaron el lunes a 730 los palestinos muertos a causa de los ataques ejecutados por el Ejército de Israel contra la Franja tras la reanudación de su ofensiva el 18 de marzo, rompiendo el alto el fuego alcanzado en enero con el grupo islamista, mientras que la cifra desde el inicio de los ataques roza ya los 51.100, incluidos más de 15.600 niños.
El Gobierno de Israel ordenó el 18 de marzo al Ejército que adoptara «medidas enérgicas» contra Hamás después de acusar al grupo de «rechazar todas las ofertas» de los mediadores y ante sus supuestos preparativos para lanzar ataques, si bien el grupo ha negado que estuviera planificando asaltos y ha afirmado incluso que había llegado a aceptar el plan presentado por Washington.
Hamás insistió en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esta segunda etapa.
Europa Press