Gloria Asalde Alfaro durante 43 años se desempeñó como secretaria de la Federación Deportiva Peruana de Básquetbol y debería, por lo tanto, ensalzar su aporte a favor del deporte de los cestos pero la realidad es distinta con el maltrato que recibe al negársele el dinero que le corresponde por los años de servicios que prestó a la institución canastera.
Gloria Asalde ingresó como secretaria de la FDPB el 22 de mayo de 1967, tres años después de la participación del básquetbol peruano en la XVIII Olimpiada de Tokio 64.
Durante su permanencia fue testigo de la historia del deporte canastero. Por su oficina desfilaron las grandes figuras como Ricardo Duarte, Juan Luis Cipriani, los hermanos Sangio, Oscar Sevilla y ‘Tarzán’ Benalcázar. En mujeres, Rosa Salhuana, Ada Volpe, Bertha Román, Lilia Quintana, Karin Junek, Zoila Fernández y Shelah Allison entre otras.
Cuando ingresó a la FPDB estaba como presidente un grande de la dirigencia peruana, Eduardo Airaldi Rivarola, quien posteriormente fue secretario de la Consubasket FIBA.
Supo y conoció de cerca el esmerado trabajo de Luis Alberto Sánchez, Eduardo Dagnino, ‘Gallinita’ Donayre, Bruno Ferraro, Ricardo Duarte y tantos otros, como presidentes de la Federación.
Refiere que en estos últimos años el básquetbol se desplomó con dirigentes malolientes y señala a Víctor Lainez, sancionado por el Consejo Superior de Justicia Deportiva y Honores, como un oscuro personaje que le ofreció sacar su indemnización con condiciones.
“Me dijo que firmara por un monto de 25 mil soles pero él solamente me daba 14 mil. Eso quería decir que de mi plata se quedaba con más de 10 mil soles. Todo mi esfuerzo y este señor se quería apoderar de una gran cantidad sin que le haya costado ganarlo”, señala con amargura.
Cuando llegó el día de ser invitada al retiro estaba como presidente Oscar Ortigoza y en el IPD Arturo Woodman. Me prometieron que me iban a dar lo que me correspondía, pero ha pasado el tiempo y hasta el momento no recibo nada, señala.
Asalde Alfaro indica que sufre una vía crucis con las gestiones que realiza en forma infructuosa, con idas y venidas al Ministerio de Trabajo que le dan la razón pero de plata nada, incluso con una carta de esperanza a un congresista que le dijo que deje su reclamo en mesa de partes pero eso es algo como colocar en una pecera la queja que nadie verá porque la atención pasa por mirar a los pececillos.
Gloria Asalde pide al IPD que atienda su reclama porque como servidora del Estado cumplió 43 años de entrega y sacrificio profesional y no merece un maltrato como la propia pelota de básquetbol que da bote y acaba en el cesto.
Texto: Hugo Laredo Medina
Fotos: Víctor Hugo Laredo Saavedra