El Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro informó este lunes que pidió a la Justicia abrir una investigación contra un periodista y un dibujante, después de que publicaron una viñeta que vincula al mandatario con el nazismo.
«El pedido de investigación tiene en cuenta la ley que trata de crímenes contra la seguridad nacional y el orden político y social», dice un comunicado del Ministerio de Justicia, que informa sobre el pedido dirigido a la Fiscalía General.
La denuncia afecta a Ricardo Noblat, de 70 años y uno de los periodistas más laureados del país, quien mantiene un blog en el portal de la revista Veja en el que hace unos días compartió una viñeta del dibujante Renato Aroeira, también objeto de la demanda.
En la caricatura, publicada en las redes sociales, aparece una cruz roja, símbolo de la salud en el mundo, que Bolsonaro transforma en una esvástica al pintarle unos trazos negros, tras lo cual se marcha diciendo «vamos a invadir a otro».
Según el Ministerio de Justicia, esa publicación podría herir el artículo 26 de la llamada Ley de Seguridad Nacional, sancionada en 1983 por el régimen militar que entonces gobernaba el país.
Ese artículo condena expresamente los delitos de «calumnia» o «difamación» contra los presidentes de la República, del Senado, de la Cámara de Diputados o del Supremo Tribunal Federal y los castiga con una pena de uno a cuatro años de prisión.
La Asociación Brasileña de Prensa (ABI) y otros organismos gremiales protestaron por la decisión, que muchos vieron como «otro intento por intimidar» a los periodistas.
«La aversión a la crítica es propia de las dictaduras o de los candidatos a dictador», pero «las amenazas no callan la defensa de la libertad de prensa y de la democracia«, afirmó en una nota la ABI.
La Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) se manifestó también a través de un comunicado, en el que expresó su «preocupación» por el hecho de que el Gobierno invoque la Ley de Seguridad Nacional.
«Aún cuando todo ciudadano tiene derecho a buscar una reparación judicial cuando se siente afectado en su honor, usar el peso del Estado y una ley creada durante un período de excepción no es proporcional en este caso», señaló.
La Abraji también subrayó que la invocación de esa ley «sugiere que el real objetivo es intimidar a la prensa y cercenar la libertad de expresión».
La relación de Bolsonaro con la prensa es conflictiva desde que asumió el poder, el 1 de enero de 2019, desde cuando descalifica casi a diario el papel de los medios de comunicación tradicionales y los periodistas, a los que suele tildar de «comunistas» y ha llegado a acusar de «conspirar» en contra de su Gobierno. EFE