Según Torra, el Consejo por la República nace con el objetivo de hacer efectivo el mandato del 1 de octubre, en alusión al referendo de autodeterminación celebrado en esa fecha el pasado año, declarado ilegal por la justicia española.
Servirá como ‘palanca para avanzar en el camino hacia la independencia’, señaló el líder separatista, tras reivindicar la legitimidad de la declaración unilateral de un Estado catalán, aprobada el 27 de octubre de 2017 por el parlamento regional.
Al nuevo órgano le toca, de forma coordinada con el resto de actores y con la Generalitat, ‘actuar sin el constreñimiento’ del Estado español para avanzar por la vía de los hechos en el objetivo de constituir una Cataluña soberana, explicó Puigdemont desde Bélgica.
El otrora mandatario, exiliado en territorio belga tras ser cesado por Madrid por su papel en el intento fallido de secesión, subrayó que el Consejo buscará multiplicar la internacionalización del proceso de ruptura con España.
Además, avanzará en debates imprescindibles como la ‘participación activa en un proceso constituyente que de manera compartida y plural se tiene que combinar con una propuesta de Constitución para Cataluña’, enfatizó.
Pese a que en un primer momento fue anunciado como una suerte de gobierno en el exilio, hoy se aclaró que el Consejo por la República será una entidad privada bajo jurisdicción de Bélgica, al margen del ejecutivo de la comunidad autónoma de 7,5 millones de habitantes.
Un año después de la declaración unilateral de independencia, que quedó en un gesto meramente simbólico, el secesionismo continúa explorando una estrategia común para hacer realidad la República catalana, mediante un referendo no contemplado en la Constitución española.