MADRID.- El gobierno español cerró este jueves un acuerdo para la reforma del mercado laboral con la patronal y los sindicatos, que, entre otros aspectos, apuesta por reducir la temporalidad, uno de los puntos débiles del mercado de trabajo español.
Después de meses de negociaciones, las partes acordaron una reforma que, por un lado, se ajusta a lo que se comprometió el Ejecutivo con la Comisión Europea en el Plan de Recuperación, y por otro, responde a un compromiso del actual gobierno de coalición progresista español, integrado por el PSOE y Unidas Podemos.
Entre otros aspectos, el acuerdo incluye la simplificación de los contratos y se incrementan las sanciones por el uso irregular de los temporales.
El Ministerio de Trabajo subrayó en una nota que la reforma aborda «los principales problemas del mercado de trabajo español, singularmente la temporalidad».
Otro de los puntos principales afecta a la negociación colectiva entre trabajadores y empresarios, y en este sentido, recupera la norma de que un convenio se mantiene en vigor hasta que haya otro, y se acaba con la prioridad del convenio de empresa en materia salarial, frente al sectorial, «garantizando los derechos de las personas subcontratadas», según la fuente.
Estas dos cuestiones fueron suprimidas en la anterior reforma laboral que aprobó el gobierno conservador del Mariano Rajoy (PP), en plena crisis económica. Y recuperarlas era una de las principales reivindicaciones de los sindicatos, así como un compromiso del Ejecutivo actual.
Este acuerdo con el gobierno fue sellado hoy por la principal organización de la patronal española (CEOE) y por los dos sindicatos dominantes en España , UGT y Comisiones Obreras (CCOO) y lo aprobará oficialmente el ejecutivo el próximo día 28, antes de que acabe el año, según el compromiso con Bruselas.
Para la patronal, el acuerdo «mantiene intactos los mecanismos de flexibilidad interna que garantizan la adaptabilidad de las empresas a las circunstancias, asegura la libertad de empresa y la seguridad jurídica y contribuye a la paz social».
Mientras que los sindicatos destacan que es el primer acuerdo en democracia (desde 1977) “en sumar derechos, no recortarlos”. EFE