ATENAS.- El gobierno griego y la oposición llegaron hoy a un acuerdo para designar al Consejo Nacional de Radiotelevisión (CNRT) y abrieron así el camino para reordenar el panorama audiovisual.
«El consenso alcanzado en la Conferencia de Presidentes del Parlamento constituye un momento muy positivo, retrasado durante más de 10 meses o incluso durante diez años», dijo el ministro de Medios y Agenda Digital, Nikos Pappás, tras la votación en la conferencia conjunta de líderes de los grupos parlamentarios y mesa del Parlamento.
Tras cuatro intentos fallidos, el acuerdo de hoy fue posible después de que Pappás cediera ante las presiones de la oposición conservadora y accediera a no poner un techo al número de licencias para las cadenas de televisión privada.
El gobierno accedió asimismo a aceptar las propuestas del principal partido de la oposición, Nueva Democracia, para los cargos de presidente y vicepresidente de este organismo independiente de supervisión, compuesto por nueve personas.
Por su parte, Nueva Democracia había retirado sus posiciones maximalistas al no exigir ya la retirada completa de la ley audiovisual sino solo la parte que afectaba al procedimiento de concesión de licencias.
Hace algo más de un mes el gobierno había adjudicado en una subasta cuatro licencias para la televisión privada, una licitación que posteriormente fue anulada por el Tribunal Supremo Administrativo, que consideró que la concesión de permisos de emisión es potestad exclusiva del CNRT.
El gobierno argumentó que se había atribuido esta potestad «excepcionalmente» ante la imposibilidad de nombrar a un consejo de radiotelevisión por el bloqueo por parte de los conservadores, cuyos votos se requerían.
Por su parte, los conservadores estuvieron bloqueando durante mas de un año este proceso en protesta contra los planes del gobierno de limitar a cuatro el número de licencias.
Este bloqueo sirvió de paso para elevar la presión sobre el gobierno de Alexis Tsipras, para el que la reorganización del mapa audiovisual es uno de sus principales caballos de batalla, y exigir la convocatoria de nuevas elecciones generales.
Aunque el objetivo del gobierno de Alexis Tsipras era acabar con una situación irregular que duraba 27 años en la cual las televisiones privadas operaban con licencias provisionales, los críticos coinciden en que se excedió no solo al atribuirse el derecho a convertirse en adjudicador sino a reducir de seis a cuatro los canales que podían emitir.
El próximo paso será ahora la conformación oficial de este nuevo organismo que deberá abrir un nuevo proceso de concesión de subasta para legalizar el actual panorama audiovisual.
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