SAO PAULO.- El gobierno del estado brasileño de Espírito Santo, en el sureste del país, y asociaciones que representan a la Policía Militarizada acordaron terminar la huelga que comenzó el sábado y ha provocado una crisis de seguridad con al menos 121 muertes violentas, informaron hoy fuentes oficiales.
En el acuerdo está previsto que la huelga termine «a las 07.00 hora local» (09.00 GMT) de este sábado, hora en la que «volverán a las actividades», según declaró el secretario de Derechos Humanos de Espírito Santo, Julio César Pompeu, en una rueda de prensa.
Pompeu aseguró que los agentes que secundaron el paro «no sufrirán sanciones disciplinarias».
No obstante, el secretario dejó en el aire la retirada total de los cargos presentados por el gobierno del estado contra unos 700 policías por delito de «revuelta», cuya pena puede llegar a los 20 años de prisión.
«Aquellos que fueron presentados, ya están presentados y esas investigaciones van a seguir su curso normal», apuntó Pompeu.
El acta de la reunión mantenida entre las partes, filtrada por el diario O Globo, señala que el pacto es extensible «a todas las unidades en todo el estado de Espírito Santo» y, en el documento, el gobierno regional afirma a que los policías que secundaron la huelga «no sufrirán castigos disciplinarios».
El documento también recoge el compromiso de crear una comisión para estudiar «la carga horaria de trabajo de los policías y los bomberos militarizados» con un plazo máximo de 60 días para presentar los resultados.
Desde el comienzo de la huelga, el sábado pasado, la ausencia de las patrullas en las calles ha provocado una ola de violencia que se ha saldado con al menos 121 personas muertas, saqueos y un incremento de los robos, según datos del Sindicato regional de los Policías Civiles.
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