MADRID.- Google reconoce haber cometido errores en el ámbito de la privacidad y la protección de los datos, pero afirma que pese a que le quedan «muchas cosas por aprender» su relación con las autoridades nacionales de protección de datos de la Unión Europea ha mejorado.
«Hemos tenido que aprender mucho y aún nos queda bastante por aprender en esa área. Está claro que en el pasado no lo hicimos todo bien, cometimos errores, pero en el último par de años hemos tenido un diálogo muy intenso con los reguladores y autoridades europeas de protección de datos», explica en una entrevista con Efe el responsable del equipo de identidad, privacidad y seguridad de Google en Europa, Stephan Micklitz.
Micklitz dirige el equipo de ingeniería de Google en Europa encargado de desarrollar las herramientas y productos para que los usuarios gestionen su privacidad y seguridad en los servicios de la compañía tecnológica. Un equipo de 50 personas ubicado en Múnich (Alemania).
«La mayoría de la gente que trabaja de manera específica en las herramientas de seguridad y privacidad está en Europa. Y no es por casualidad, sino que se ha establecido así adrede porque estar en un país como Alemania ayuda a comprender los debates de protección de datos, a los reguladores europeos y a los usuarios», asegura.
Micklitz admite que las «discusiones» que ha habido entre Google y las agencias de protección de datos de la UE han llevado a la compañía a adoptar medidas -como aglutinar todos los controles de privacidad en un único lugar-.
En los últimos años se han producido sonados desencuentros entre Google y Europa en materia de privacidad, como el fallo del Tribunal de Justicia de la UE relativo al llamado derecho al olvido o las sanciones impuestas por el cambio de sus políticas.
Está convencido de que Google está dando pasos acertados en el ámbito de la privacidad y la protección de los datos -como hacer más sencillos los controles y ser más transparente a la hora de explicar qué tipos de datos se recogen de los usuarios-. Sin embargo se queja de que aún actúa a remolque, en lugar de ser proactiva y adelantarse a los acontecimientos, como presume hacer en materia de seguridad.
Micklitz comprende que los movimientos de su compañía estén en el punto de mira: «Somos un gran jugador en el mercado y es justo que la gente quiera que nos involucremos y que traigamos nuevas ideas para solucionar los problemas».
El directivo asevera que es complejo lidiar con la privacidad porque es un concepto distinto para cada individuo y cada usuario tiene una concepción diferente del tipo de datos que debería compartir.
«Necesitamos crear controles que sean fáciles de usar, comprensibles y accesibles. Hemos de ser claros y transparentes para explicar qué tipo de datos se usan (…) La privacidad es clave para Google, es el cimiento de la confianza. Al final, la privacidad tiene que ver con evitar cualquier sorpresa», dice.
Aunque Europa ha sido más combativa en materia de protección de datos, Micklitz aclara que las preocupaciones sobre privacidad de los usuarios europeos y estadounidenses no difieren en exceso.
«Una de las preguntas que más escuchamos es ‘¿vende Google mis datos?’ Y la respuesta es clara: no vendemos información personal a los anunciantes», concluye.