MOSCÚ.- El primer y último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, afirmó que para él la caída del muro de Berlín no fue una sorpresa, pero que nadie pudo prever cuándo y cómo se produciría, en una entrevista publicada este viernes por el periódico Izvestia, el decano de la prensa rusa.
«Este acontecimiento no fue una sorpresa. Desde luego, no teníamos facultades extrasensoriales y no podíamos prever cómo y en que preciso día ocurriría», dijo el expresidente soviético sobre la caída del muro de Berlín, de la que el próximo 9 de noviembre se cumplen 30 años.
Recordó que para ese momento hacía meses que en la ya desaparecida República Democrática Alemana (RDA) tenían lugar manifestaciones masivas bajo el lema «Somos un solo pueblo».
«Lo que nosotros ni nuestros socios occidentales esperábamos es que la historia acelerara su paso de una manera tan increíble», admitió Gorbachov.
La caída del muro, agregó, hizo a avanzar la reunificación de Alemania, que fue «solo una parte del proceso global del fin de la Guerra Fría, que cambió radicalmente entonces la vida en Europa y todo el mundo».
Según el antiguo líder soviético, actualmente a algunos «expertos» les gusta debatir sobre quién ganó o perdió con el Tratado de Buena Vecindad y Cooperación entre la URSS y la República Federal de Alemania (RFA) firmado en noviembre de 1990, un mes después de la reunificación.
«¡El tratado fue mutuamente beneficioso!», enfatizó, para añadir que «precisamente por ello sus postulados clave están en vigor hoy en las relaciones entre la RFA y la Federación de Rusia».
De los acontecimientos en Berlín Gorbachov fue informado detalladamente a primera hora de la mañana, tras lo cual convocó a una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
«Estaba claro que nosotros, naturalmente, no podíamos mantenernos al margen, que había que establecer contacto con los dirigentes de los dos Estados alemanes y actuar de acuerdo con el desarrollo de los acontecimientos», recordó el padre del proceso de apertura soviético conocido como la Perestroika.
Subrayó que el Buró Político decidió por unanimidad que «quedaba excluida de manera categórica cualquier acción de fuerza», al contestar a la pregunta de si algún miembro de la cúpula comunista propuso el empleo de la fuerza ante los acontecimientos en Berlín.
«Puedo agregar que en el mismo momento en que fui elegido secretario general (del PCUS), que entonces equivalía a ser jefe del Estado, me di la promesa de rechazar de manera resuelta el uso de la fuerza en la política», apuntó.
Según Gorbachov, los miembros de la dirección del país respaldaron su postura.
«Seguramente hubo algunos a quienes les picaban las manos para ‘poner orden’ con ayuda de carros de combate, pero entonces mantuvieron la boca cerrada», dijo el líder soviético, que en agosto de 1991 sufrió un intento de golpe de Estado encabezado por sus camaradas de la jefatura del PCUS.
EFE