El ‘punto caliente’ en el manto de la Tierra que alimenta los volcanes activos de Islandia ha estado jugando una mala pasada a los científicos que trataban de medir la cantidad de hielo que se está derritiendo en Groenlandia porque esta isla realmente pierde un 7.6% más de capa helada de lo que se había calculado.
Así se desprende de un estudio internacional realizado por investigadores de las universidades Técnica de Dinamarca y de Copenhague (Dinamarca); de Bristol (Reino Unido); de Colorado, de Búfalo, de Alaska Fairbanks, Cornell y Estatal de Ohio (Estados Unidos); de Utrecht (Países Bajos), y de Luxemburgo, así como el Centro de Investigación Alemán de Ciencias y el Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina y (Alemania).
El estudio, publicado en la revista Science Advances, señala que este ‘punto caliente’ ablandó el manto de roca bajo Groenlandia en el pasado de manera que distorsionó los cálculos de pérdida de hielo de la capa helada de esta isla, lo que hizo que se subestimara la fusión en aproximadamente 20 gigatoneladas (20 millones de toneladas métricas) cada año.
Eso significa que Groenlandia no perdió las cerca de 2,500 gigatoneladas de hielo entre el 2003 y 2013 que los científicos pensaban, sino casi 2,700 gigatoneladas, lo que supone un 7.6% más, según Michael Bevis, de la Universidad Estatal de Ohio y coautor del estudio.
“Es una corrección bastante modesta”, dice Bevis, experto en geodinámica, profesor de Ciencias de la Tierra en esa universidad y líder de GNET (Red GPS de Groenlandia, un proyecto financiado por Dinamarca, Estados Unidos y Luxemburgo), quien añade: “No cambia por mucho nuestras estimaciones de la pérdida total de masa en toda Groenlandia, pero trae un cambio más significativo a nuestra comprensión de dónde la capa de hielo pierde hielo y dónde está sucediendo ahora”.
El equipo de GNET utilizó estaciones de GPS en Groenlandia para medir la elevación de la corteza a lo largo de la costa y descubrió que dos de ellas subían más rápidamente que los modelos estándar habían predicho.
Groenlandia pierde más hielo de lo estimado según un nuevo estudio
Era del hielo
Bevis explicó que la corteza terrestre en esa parte del planeta se está moviendo lentamente al noroeste y que partes de Groenlandia pasaron hace 40 millones de años sobre una columna especialmente caliente de roca parcialmente fundida que ahora se encuentra debajo de Islandia. Ese punto reblandeció la roca a su paso, reduciendo así la viscosidad del manto rocoso muy por debajo de la superficie de la costa este de Groenlandia.
Durante la última edad de hielo, la capa helada de Groenlandia era mucho mayor que ahora y su enorme peso provocó que la corteza de esa zona del mundo se hundiera lentamente en la roca del manto, que se ablandó después. Cuando gran parte de la capa de hielo se derritió al final de esa época, el peso de la capa de hielo se redujo y la corteza comenzó a recuperarse, lo que aún continúa.
Bevis indica que la existencia de flujo de manto debajo de Groenlandia no es una sorpresa en sí misma. Cuando la misión Grace (Experimento de Clima y Recuperación Gravitatoria), conjunta de la NASA y la Agencia Espacial de Alemania, empezó a medir las señales de la gravedad en todo el mundo en 2002, los científicos sabían que tendrían que separar el flujo de masa por debajo de la corteza terrestre a partir de los cambios en la capa de hielo que la cubre.
“Grace mide la masa y punto. No puede decir la diferencia entre la masa de hielo y la masa de roca. Por lo tanto, inferir la variación de la masa de hielo a partir del cambio de masa total requiere un modelo de todos los flujos de masas dentro de la tierra. Si ese modelo es erróneo, lo es la variación de la masa de hielo inferida por Grace”, explica Bevis.
Para los científicos, esa variación del 7.6% en la pérdida total de hielo en Groenlandia se ve ensombrecida por el hecho de que antes no se sabía qué partes de la capa de hielo están siendo más afectadas por el cambio climático. Los nuevos resultados muestran que el patrón de pérdida de hielo es similar al que ha prevalecido desde el final de la última edad de hielo.
“Este resultado es un detalle, pero es un detalle importante”, continúa Bevis, quien concluyó: “Al refinar el patrón espacial de la pérdida de masa en la segunda capa de hielo más grande del mundo y la más inestable, y aprender cómo ese modelo ha evolucionado, estamos aumentando constantemente nuestra comprensión de los procesos de pérdida de hielo, lo que conducirá a proyecciones mejor informadas de aumento del nivel del mar».
Fuente: lainformacion.com/Foto: eldiariodecoahila.com.mx