El Observatorio de los Periodistas de Cerigua ha hecho publica su preocupación por las agresiones cometidas en contra de miembros de la prensa durante la última semana, las cuales evidencian la inseguridad que enfrentan los comunicadores y la poca tolerancia que existe hacia su labor profesional.
En un comunicado fechado el 1 de julio de 2015, Cerigua ve “con preocupación como elementos de las fuerzas de seguridad y autoridades de distintos niveles del Estado continúan violando los principios de libertad de expresión y de prensa, como sucedió en los departamentos de Jalapa y Santa Rosa, al oriente del país, la pasada semana”.
Según lo datos que maneja el Observatorio, el jueves 25 de junio, agentes antimotines de la Policía Nacional Civil (PNC) amenazaron a miembros del Canal 6 de Cuilapa, Santa Rosa, para que se abstuvieran de transmitir información sobre el enfrentamiento entre vecinos y fuerzas de seguridad, registrado ese día.
Los oficiales amenazaron a los camarógrafos con romper sus equipos si documentaban los hechos. Posteriormente, la policía se comunicó al medio para advertirles que no debían transmitir información sobre el tema.
Aparentemente los agentes lanzaron bombas lacrimógenas en un área donde se encontraban mujeres y niños, así como en las afueras de la sede del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Un día después, desconocidos que supuestamente tenían vínculos con el alcalde de Monjas, Jalapa, Juan Orellana, impidieron la circulación de Prensa Libre en ese municipio. Los voceadores indicaron que los diarios fueron comprados en su totalidad por sujetos “desconocidos”
El viernes 26 de junio, el citado medio publicó una nota sobre la denuncia interpuesta por la Contraloría General de Cuentas (CGC) en el Ministerio Público (MP) en contra del funcionario y miembros del Concejo Municipal, por supuesta malversación de Q 5 millones 516 mil 250.
Ese mismo día en Suchitepéquez, familiares de Germán Amílcar Morataya Beltrán amenazaron a varios periodistas que cubrían su detención en la zona 5 de Mazatenango.
El detenido es sindicado de participar en el asesinato de Danilo López y Federico Salazar, corresponsales en Mazatenango de Prensa Libre y Radio Nuevo Mundo respectivamente, ocurrido el 10 de marzo de este año.
También fueron detenidos Jorge León Cabrera Solís y Luis Emerio Juárez Pichilla, miembros de la Dirección de Protección de Personas y Seguridad (DPPS) de la PNC, acusados de coordinar el ataque, en el que además resultó herido el periodista Marvin Túnchez.
El sábado 27 de junio, Prensa Libre denunció que su corresponsal en Petén, Rigoberto Escobar, fue perseguido por sujetos a bordo de un picop doble cabina, luego que realizara una cobertura cerca de la empresa Reforestadora de Palma Africana (REPSA), señalada de contaminar el río La Pasión que ha sido calificado como un ecocidio.
Escobar dijo que al momento de tomar unas imágenes, el vehículo placas particulares P507FGG se detuvo cerca de él y cuando se retiró del área, el auto lo siguió por aproximadamente cinco minutos.
A decir del periodista, el vehículo salió de las instalaciones de REPSA rumbo a la zona urbana de Sayaxché, pero poco después retornó y se estacionó frente a él durante diez minutos, luego se fue con rumbo al sur y poco después regresó y nuevamente se estacionó a unos 50 metros de donde él hacía fotografías.
El periodista se retiro del lugar, sin embargo los sujetos lo siguieron por unos cuatro kilómetros, por lo que se refugió en una comunidad cercana, donde los vecinos le brindaron ayuda.
El domingo 31 del mes recién pasado, el corresponsal de Nuestro Diario en el municipio de Uspantán, Quiché, denunció amenazas en su contra por parte de un trabajador del hospital local y militante del partido Libertad Democrática Renovada (LIDER), identificado como Eusebio Patzán Damián.
El agraviado dijo que Patzán lo amenazó e insultó cuando lo encontró en una cafetería. El trabajador del hospital, quien se encontraba en estado etílico, le dijo que si continuaba llegando al centro de salud para contar “chismes” le iría mal y le amenazó diciendo que era del partido LIDER.
Por su parte, su hijo identificado como Santos Noé Patzán se acercó al periodista aparentemente para apretar su mano y disculparse por el altercado, sin embargo lo jaló de forma violenta, lo que ocasionó que resultará con daños en la columna.
El corresponsal de Nuestro Diario dijo que las amenazas pudieron tener origen luego de investigaciones que ha seguido en el hospital local por supuestos actos anómalos. Chitop afirmó que en una de sus investigaciones evidenció que el centro de salud contrató a tres especialistas retirados del ejército para labores de seguridad y registro de personas en el lugar, sin embargo no han cumplido su trabajo, según lo pudo constatar personalmente.