El filme estadounidense «Guerra civil», drama del director Alex Garland, continúa hoy impactando a los espectadores y a la crítica, que a mitad de año ya la cataloga como una de las mejores cintas del 2024.
Rodada en un hipotético futuro cercano, el largometraje va tras las cámaras de un equipo de corresponsales de guerra que tratan de captar la crudeza de un conflicto bélico entre las fuerzas del Oeste de California y Texas contra el gobierno federal de Estados Unidos.
En sus papeles de fotógrafas, las actrices estadounidenses Kirsten Dunst y Cailee Spaeny, junto al brasileño Wagner Moura como periodista, retratan el camino a Washington, donde debe concluir la historia con el derrocamiento del ejecutivo de turno y el esperado ajusticiamiento del presidente de la nación, interpretado por Nick Offerman (“The last of Us”).
Atípica, esta película de carretera va narrando la crueldad de la guerra a través de escenas peligrosas, habituales en este tipo de filmes, a la vez que muestra otra posible cara de un país que todavía intenta librarse de las huellas del asalto al Capitolio el 6 de enero del 2021.
Pero ojo, “Guerra civil”, lanzada por la productora A24, no solo impacta por la dureza de los fotogramas tomados por las cámaras, muchas veces en blanco y negro para infundir mayor dramatismo, sino también por los cambios que suceden en la vida de los reporteros en busca del éxito a toda costa.
Acompañada de un excelente diseño de sonido y de una fotografía impactante, “Guerra civil” puede traducirse como una reflexión sobre la política, la sociedad y el futuro, “una llamada de atención”, según Lovia Gyarkye, de The Hollywood Reporter.
En su opinión, este largometraje de acción distópico, contado en 109 minutos, explora los peligros a los que podría enfrentarse Estados Unidos si continúa por un camino de autodestrucción.
Para la crítica del diario The New York Times, Manohla Dargis, en la película, estrenada en este país y en el Reino Unido en abril, no existe la posibilidad de que se cumpla el imperativo de Hollywood por los finales felices, tan arraigado y profundamente estadounidense.
La propia premisa de la película de Garland (“Ex-Maquina”, “Exterminio”) significa que… un final feliz es imposible, lo que hace que sea muy dura de observar, añadió.
Pocas veces he visto una película que me haya incomodado tanto o que haya visto el rostro de un actor que, como el de Dunst, exprese la desesperanza de una nación de forma tan vívida que parezca una radiografía, escribió la periodista.
Fuente y foto Prensa Latina