WASHINGTON.- El Secretario de Estado, Mike Pompeo , este lunes intentó revertir el aparente repliegue de EEUU en Asia y trazó una línea roja a China advirtiendo que el gobierno del presidente Donald Trump se opondrá cualquier intento de dominación en el Asia.
“Nunca buscaremos dominación en el Indo-Pacífico y nos opondremos a cualquier país que lo haga”, señaló en un discurso que buscaba relanzar la estrategia de Washington en la región.
Sin citarlo directamente , lanzó varios dardos a Pekín, que ha construido islas en aguas en disputa en el mar del Sur de China y se ha embarcado en un ambicioso proyecto de infraestructuras que conecte Asia con el resto del mundo.
La escalada verbal de Washington llega en plena tensión con Pekín por la guerra arancelaria lanzada por Trump, con la que busca revertir el déficit comercial con el gigante asiático.
También en un momento de incertidumbre en la negociación nuclear de EE UU con Corea del Norte.
Las conversaciones no han derivado por ahora en ningún compromiso tangible de desmantelamiento atómico y Trump ha atribuido buena parte del estancamiento a China, principal aliado del régimen de Kim Jong-un.
La disputa comercial entre las dos mayores potencias mundiales incomoda a muchos países en Asia, que temen que pueda afectar los flujos económicos en la región.
A ello se une el viraje aislacionista y proteccionista del republicano Trump, que en su primera semana en la Casa Blanca, en enero de 2017, canceló la incorporación de EE UU al acuerdo de libre comercio con 11 países del Pacífico, conocido como TPP.
Ese pacto era el emblema del viraje a Asia impulsado por su predecesor, el demócrata Barack Obama. En cambio, la doctrina de Trump del ‘América Primero’ se interpreta como una rebaja del compromiso de Washington con Asia, reforzado en el último medio siglo, que allana el camino para las presuntas ansias expansionistas y hegemónicas de China. (ECHA- Agencias)