Se cumplen 21 años del vergonzoso Decreto de Urgencia N° 081-2000 emitido por el sátrapa Alberto Fujimori para pagar a Vladimiro Montesinos US$ 15 millones con dinero del Tesoro Público, como «compensación por tiempo de servicios».
14 DE SEPTIEMBRE
Se hace público el video “Kouri–Montesinos”, que evidencia la compra de congresistas tránsfugas para garantizarle al sátrapa Fujimori una mayoría en el Congreso que no obtuvo con el voto popular en las elecciones del 2000. El impresentable parlamentario electo era Alberto Kouri y se le entregaba 15 mil dólares por su adhesión clandestina.
16 DE SEPTIEMBRE
Fujimori da un mensaje a la Nación en el que anuncia la desactivación del SIN y la convocatoria a elecciones sin su participación, pues su gobierno dictatorial era insostenible.
19 DE SEPTIEMBRE
Fujimori expide el Decreto de Urgencia N° 081-2000, disponiendo la ampliación presupuestal a favor del Sector Defensa para la ejecución de un supuesto Plan Soberanía. El Plan nunca existió, el Decreto era para retirar los 15 millones de dólares del Tesoro Público para pagar la mal llamada “compensación por tiempo de servicios”, es decir, para pagar el silencio de su ex brazo derecho.
En las investigaciones de este caso, se buscó el famoso Plan Soberanía. Sin embargo, en los archivos del Ministerio de Defensa no existe nada, los testigos y los ex ministros sentenciados por este caso han reconocido que no había ningún Plan. Carlos Boloña declaró que sabían perfectamente que lo señalado en el Decreto era mentira, que el dinero no era para el tema militar sino para “solucionar un problema de gobernabilidad que generó la difusión del tristemente célebre video Kouri–Montesinos, al así habérmelo manifestado el presidente Fujimori”.
22 DE SEPTIEMBRE
Carlos Bergamino, ministro de Defensa, solicita la ampliación con arreglo al Decreto de Urgencia; ese mismo día, Fujimori llama a Boloña y le dice que atienda en el acto el pedido de Defensa. Entonces, Boloña envía el oficio a su viceministro para que ejecute la transferencia, pone una anotación de puño y letra diciendo: “Sírvase atender su ejecución”. Alfredo Jalilie Awapara, viceministro de Hacienda, hace lo propio ante el director general de Tesoro Público.
Finalmente, en la noche de ese día, el general Luis Muente Schwarz cumple con entregar el soborno al brazo ejecutor de Fujimori. Horas después, Montesinos se embarca rumbo a Panamá, en un jet privado cedido por Dionisio Romero (el padre del financista de Keiko Fujimori). Montesinos declaró que entregó el dinero a James Stone, uno de los traficantes de armas con los que trabajó el régimen de Fujimori, para que lo deposite en las cuentas en Suiza, con el fin de incrementar fondos para la actividad política de Fujimori y sus seguidores.
Vladimiro Montesinos y varios de los traficantes de armas, como Stone, se acogieron a la colaboración eficaz, señalaron que el dinero de las cuentas en Suiza era producto de las “comisiones” derivadas de las irregulares adquisiciones de armas, así como la “bolsa” que los traficantes hacían para financiar las campañas del sátrapa Fujimori.