Pintas alusivas a la candidata hija del exdictador Alberto Fujimori en el lugar donde el grupo Colina enterró a los nueve estudiantes y un profesor de La Cantuta luego de ejecutarlos, han provocado el repudio de la sociedad y de los familiares de las víctimas.
Los deudos mostraron las fotografías de las víctimas y una banderola con el mensaje «No a la impunidad. ¡Los familiares no callarán!», en el lugar del asesinato, ubicado en el kilómetro 1.5 de la carretera Ramira Prialé, en el centro poblado Huachipa de San Juan de Lurigancho.
Manifestaron que es una burla a las pérdidas humanas sufridas y a la violación de derechos humanos del régimen fujimontesinista, las pintas en las que se lee Keiko y «Base Morón».
Uno de los familiares del estudiante Armando Amaro Cóndor posó con su fotografía, para así recordar que sus restos aún no han sido localizados y que es una deuda pendiente del Estado y producto de las atrocidades cometidas en el régimen del exdictador y hoy preso Alberto Fujimori.
«Sería un peligro para todos los familiares, los testigos, los abogados de Derechos Humanos que durante años estuvimos denunciando este crimen. Sería indigno saber que la hija del presidente responsable de la muerte de nuestros familiares (…) es la representante de nuestro país», expresó al diario La República Gisela Ortiz, activista y hermana del asesinado Luis Ortiz Perea.
Fotos: La República