BERLÍN.- La directora ejecutiva del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Natalia Kanem, llamó hoy a romper el silencio y el tabú en torno al sexo y a ofrecer la información necesaria a las menores para contribuir a poner fin a la violencia de género.
En una entrevista con Efe, Kanem señaló que una de las grandes preocupaciones del UNFPA es «ese silencio, ese tabú, esa especie de incomodidad que tenemos para hablar de sexo y sexualidad» y que lleva a las mujeres a ser víctimas de la violencia sexual y de género, «rampante», dijo, en todo el mundo.
«Sí, tenemos que poner fin a esta violencia y sí, tenemos que garantizar que cuando hablamos de no contarles a las niñas la verdad porque no queremos echar a perder su inocencia en realidad estamos permitiendo que esas niñas se conviertan en víctimas», afirmó.
En ese sentido subrayó la importancia de que las menores dispongan de la información necesaria para protegerse y sobre todo, de que entiendan que como «valioso y preciado ser humano» no deberían «estar maldecidas», ser agredidas sexualmente o violadas.
Precisamente esta «barrera de silencio» es la que conduce al feminicidio, por lo que los gobiernos y las legislaciones nacionales deberían comprometerse en dar prioridad a las personas y a los derechos sexuales y reproductivos, apeló.
El matrimonio y llevar una relación de pareja a una edad muy temprana «es peligroso» para una menor , que «debería tener el derecho a una transición segura» de niña a mujer, agregó.
Otra de las grandes preocupaciones y peligros a los que apunta el UNFPA, según Kanem, son las barreras al acceso de las mujeres a la planificación familiar y a dar a luz en condiciones seguras, que «deben ser superadas».
En opinión de Kanem, esto se puede lograr ofreciendo un «paquete elemental de servicios de salud reproductiva» de calidad como parte integral del sistema sanitario y accesible a todas las mujeres en todo el mundo.
Este será uno de los llamamientos que se harán en la cumbre mundial de noviembre en Nairobi, 25 años después de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) de 1994 en El Cairo, en la que 179 gobiernos abogaron por el acceso universal a amplios servicios de salud reproductiva, incluidas la planificación familiar voluntaria, el embarazo seguro y servicios para dar a luz.
Las minorías siguen siendo las más afectadas por la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, particularmente las étnicas, adolescentes, personas solteras, la comunidad LGTBI, los discapacitados y la gente más pobre de las áreas tanto rurales como urbanas, denuncia un informe presentado hoy en Berlín por UNFPA.
Kanem se refirió asimismo a la situación en Latinoamérica como un buen ejemplo de cómo instituir una nueva agenda, pero también de «todo el camino que queda por delante».
En ese sentido aludió precisamente al fenómeno del feminicidio, «que simboliza la desigualdad de género», a su vez una de las bases de «tantos de estos desafíos que enfrentan mujeres y niñas» y asociado también a la desigualdad económica.
Se refirió asimismo a las minorías en Latinoamérica como indígenas, afrodescendientes, pero también a la gente pobre en general, de las que dijo que necesitan una atención especial.
Por otra parte, subrayó que los asuntos pendientes en materia de derechos reproductivos incluyen a Europa como cualquier otra región del mundo, en aspectos como la violencia de género, presente a nivel global.
Otra de las cosas interesantes sobre Europa y que se debatirá en la cumbre de Nairobi, agregó, es la preocupación en algunos países sobre la baja fertilidad -debido también al hecho de que hay mujeres que tienen menos hijos de los que quizás habrían querido tener- y el envejecimiento de la población.
Según Kanem, también en la tercera edad, las mujeres siguen ocupando un lugar desaventajado, por lo que los gobiernos y sistemas legales deberían tener en cuenta los derechos sexuales y reproductivos a lo largo de todo el ciclo de la vida.
EFE/Foto: panamaamerica.com.pa