La hepatitis viral es una enfermedad por la que fallecen 4.000 personas a diario (casi 3 por minuto) y aunque pareciera interminable, la Hepatitis es potencialmente prevenible. Desde el año 2010, se reconoce cada 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis, lo que podría ayudar a evitar las 1.400.000 muertes que cada año produce la enfermedad.
Esta enfermedad es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis, de los que se segregan los tipos A, B, C, D y E. Todos ellos son causa de enfermedad, discapacidad crónica, muerte, brotes y potencial propagación epidémica.
La infección crónica puede conducir a cirrosis, falla hepática o cáncer de hígado. Se estima que el 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los de cáncer primario de hígado son por hepatitis B o C. El número estimado de infectados anualmente por el virus de la hepatitis C es de 150 a 180 millones y constituye la primera causa de trasplante hepático en EE.UU y Europa, además de producir entre 300.000 y 500.000 muertes.
A pesar de estas alarmantes cifras existe la posibilidad de evitar la enfermedad a través de la vacunación. La vacuna contra la hepatitis B tiene una eficacia del 95% y fue la primera vacuna contra uno de los principales cánceres humanos. La OMS recomienda que se administre a todos los lactantes lo antes posible tras el nacimiento, preferentemente en las primeras 24 horas.
Tomando en cuenta estas alarmantes cifras hay que tomar en cuenta que la importancia de la vacunación como medida de prevención de la enfermedad, aunque la población en general debería inmunizarse contra la enfermedad existen grupos de riesgos que deben vacunarse con mayor razón:
- Todos los niños y adolescentes de menos de 18 años que no hayan sido vacunados
- Pacientes que necesitan transfusiones frecuentes y receptores de trasplantes
- Consumidores de drogas por vía parenteral
- Parejas y contactos familiares de pacientes con infección crónica por hepatitis B
- Personas que mantienen contactos sexuales con muchas personas, con o sin protección
- Personal sanitario
- Personas que no hayan completado la serie de vacunación contra la hepatitis B y prevean viajar a zonas endémicas
- Viajeros a países en los que el virus es endémico
- Las personas con hepatopatía crónica
Además de la vacunación es necesario realizarse chequeos anuales para saber si somos portadores de alguna enfermedad, pues la hepatitis C que es el serotipo más agresivo de la enfermedad suele no presentar síntomas y mantenerse en el paciente de manera silenciosa.