Nunca somos profetas en nuestra tierra. Los documentales Hija de la laguna y Avenida Larco, dos propuestas fílmicas que vienen siendo convocadas a certámenes internacionales y ganando reconocimiento en otros países, pasan casi desapercibidos en la cartelera peruana, con pobres sumas de taquilla.
Esta vez la responsabilidad no es tanta de las salas cinematográficas, pues les dieron cabida. Hija de la laguna fue exhibida en cuatro cinemas capitalinos (en este caso se pudo mejorar la difusión, teniendo en cuenta que su tráiler fue más visto que el propio adelanto de Asu Mare 2 en YouTube). Únicamente 689 personas fueron a ver el documental el jueves 27 de agosto (día de su estreno).
Con Avenida Larco, la esperada producción sobre la banda rockera peruana Frágil sí se dispuso de hasta 22 salas, pero el espectador peruano le dio la espalda. Apenas 572 asistieron al debut del documental. Estas cifras son brindadas por el usuario de Twitter @AlcineconAL, y nos sirven para constatar la indiferencia ante nuestro propio cine.
El consumidor prefiere películas de terror, repetitivas del formato hollywoodense, como es la que puntea el ranking del 27 de agosto: Siniestro 2. Otros se decantaron por una buena opción argentina como Sin hijos, ambos filmes reunieron a 10,500 y 4,200 pagantes respectivamente.
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Los documentales estrenados tocan temas variados e importantes. Hija de la laguna aborda la problemática de la expansión minera en atropello de las poblaciones más humildes del país. Mientras, Avenida Larco recorre la historia musical de una de las agrupaciones rockeras más clásicas del Perú: Frágil.