PARÍS.- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, protagonizaron hoy un histórico encuentro en Compiègne, al norte de París, en el mismo lugar donde Alemania y las potencias aliadas firmaron el armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial.
Se trata de la primera vez que los máximos responsables de ambos países visitan juntos el emplazamiento, que también sirvió como escenario, dos décadas después, de la capitulación de la Francia ocupada ante la Alemania nazi de Adolf Hitler.
Ambos líderes desvelaron una nueva placa conmemorativa en el Memorial ubicado en el llamado Claro de Rhetondes, y dejaron una imagen icónica que ha sido comparada en Francia a la que protagonizaron sus predecesores François Miterrand y Helmut Kohl agarrados de la mano en Verdun en 1984.
Tras ser recibidos por la brigada franco-alemana, creada en 1989, Macron y Merkel guardaron un minuto de silencio por las víctimas de la contienda y se dirigieron al «Vagón del armisticio», un modelo exactamente igual al que albergó a las delegaciones aliada y alemana que rubricaron el alto el fuego el 11 de noviembre de 1918.
Dentro firmaron el libro de oro del Memorial, en las que serán las últimas palabras que recoja ese documento, según explicó a Efe en una reciente entrevista el presidente del museo, Bernard Letemps.
Después de la ceremonia, Merkel y Macron departieron con varios jóvenes asistentes al evento, a quienes el francés recordó que las más de siete décadas de paz en Europa sólo han sido posibles porque los países, especialmente Francia y Alemania, así lo han querido.
«El mensaje es que si queremos estar a la altura de aquellos jóvenes que murieron no hay que ceder a las tentaciones de la división y afrontar los desafíos del mundo contemporáneo juntos y no unos contra otros», agregó.
Una ceremonia mañana en el Arco del Triunfo en París con la participación de 72 jefes de Estado y de Gobierno marcará el punto álgido de las conmemoraciones por el centenario del final de un conflicto que causó más de 16 millones de muertos en todo el mundo.
EFE