BUDAPEST/Hungría.- La segunda valla fronteriza con Serbia construida por las autoridades húngaras para evitar el paso de refugiados ya está electrificada, según documenta hoy el portal informativo «index», aunque el gobierno asegura que se trata de un sistema de «baja intensidad» que no reviste peligro.
El portal publica fotografías de carteles colocados en la valla con la advertencia «¡Cuidado! ¡Valla electrificada!» escrita en húngaro, serbio y árabe.
«Index» agrega que se desconoce la intensidad de la electricidad y explica que el sistema parece consistir en un cable electrificado que corre junto a la valla.
Por su parte, el Ministerio de Interior emitió un comunicado en el que tachó de «sensacionalismo» esas informaciones y aseguró que «en la valla no hay electricidad», sino un cable eléctrico de baja intensidad al que se refiere como «sistema de localización«.
Ese cable, extendido ahora a lo largo de 10 kilómetros, acabará cubriendo los 155 kilómetros de la frontera con Serbia, el principal paso de entrada a Hungría de refugiados en su camino hacia países más ricos de la Unión Europea.
«Se ha realizado una comprobación de protección del sistema, confirmando que no supone peligro para la vida humana», asegura el ministerio en su nota.
Esta segunda valla, terminada a finales de abril, tiene una altura de tres metros e incluye numerosos sistemas de seguridad, como sensores, cámaras térmicas y dispositivos de visión nocturna.
Esta valla complementa a la alambrada que Hungría instaló en las lindes de Croacia y Serbia en septiembre de 2015, en plena llegada masiva de refugiados de Oriente Medio y Asia.
El gobierno del primer ministro húngaro, Viktor Orban, se opone rotundamente a la llegada de inmigrantes y refugiados, argumentando que son un peligro para la identidad cultural de Europa e incluso vinculándolos con el terrorismo.
La ONU, la UE y numerosas ONG de derechos humanos han criticado la dura legislación antiinmigración húngara y el trato que reciben los refugiados.
EFE/Foto: hispantv.com