BUDAPEST.- Una manifestación a favor de la libertad de prensa reunió a miles de personas en Budapest, la capital húngara, después que el redactor jefe de Index.hu, el principal medio independiente del país, fuera despedido.
No es buena señal cuando la mayoría de la plantilla de un diario deja el trabajo: es el caso del portal Index.hu, el principal medio independiente en Hungría. Más de 70 periodistas, un 80% de los trabajadores, renunciaron a modo de protesta por el despido de su redactor jefe, Szabolcs Dull.
Los reporteros anunciaron su decisión el viernes 25 de julio por la noche y, poco después, miles de personas marcharon hacia la oficina del primer ministro húngaro, el ultraderechista Viktor Orban, para denunciar la falta de independencia periodística en el país.
El portal Index.hu escribió en su web que «el viernes, los tres principales editores de Index, Attila Tóth-Szenesi, Veronika Munk y János Haász, presentaron la renuncia a su empleo, seguidos por más de 70 periodistas que trabajaban en el medio» como rechazo al despido de Dull, que se produjo el miércoles en un «intento obvio de presionar a Index.hu».
La manifestación fue convocada por el partido juvenil Momentum y agrupó a miles de personas en Budapest, la capital húngara, en medio de un fuerte despliegue policial que siguió la protesta desde la sede de Index hasta la del Gobierno.
«No estamos aquí necesariamente porque nos gustara Index, pero estamos en un punto donde el acceso a la información corre peligro», explicó a la agencia Reuters un manifestante.
El Gobierno desmiente las acusaciones de injerencia
El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, aseguró que las acusaciones de injerencia en los medios de comunicación son «falsas». «¿Cómo podría intervenir el Estado en las decisiones de un medio privado?», se preguntó.
Según Peter Uj, cofundador de Index en 1999 y que dejó el proyecto en 2011, «el Gobierno controla tres cuartas partes del mercado publicitario de una manera u otra».
Por su parte, el jefe de la fundación propietaria de la publicación, Laszlo Bodolai, justificó el despido del redactor jefe Dull, que desencadenó las protestas, por haber sido incapaz de revertir una caída de los ingresos, precisamente por la falta de empresas que quisiera publicitarse en el medio. También defendió que la independencia de Index no estaba en riesgo.
Dull, igual que los periodistas que renunciaron, considera en cambio que su despido se debe a una columna que publicó donde denunciaba una «enorme presión externa» sobre el medio de comunicación y criticaba un plan de reforma previsto por los propietarios del portal, anunciado después de que un empresario conocido por apoyar a Orban comprara el 50% de las acciones de la agencia de publicidad de Index.
Organizaciones internacionales alertan del peligro que corren los medios independientes
El Instituto Internacional de la Prensa se manifestó sobre el conflicto, tachándolo como «un golpe devastador para el periodismo en Hungría» y contra «el mayor y más influyente de los medios de comunicación independientes que quedan en el país».
También se pronunció la ONG Human Rights Watch para pedir a la Unión Europea (UE) que actúe: «el despido del editor jefe de Index pone de relieve la importancia y la urgencia de que la Unión Europea actúe», expresó la organización en un comunicado.
Human Rights Watch y otras organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han pedido en repetidas ocasiones que los organismos internacionales, especialmente la UE, actúen para frenar las políticas ultraderechistas de Orban, quien lleva aproximadamente una década en el poder de Hungría, durante la cual el país ha vivido un fuerte retroceso en materia de libertades y derechos ciudadanos.
Fuente: france24.com